Washington. Las autoridades estadunidenses identificaron ayer al presunto autor de la explosión que causó severos daños en el centro de la ciudad de Nashville, Tennessee, el día de Navidad. Se trata de Anthony Quinn Warner, quien falleció en el lugar del ataque y aparentemente actuó solo.
“Llegamos a la conclusión de que Warner, muerto en el lugar del estallido, es el atacante”, afirmó el fiscal federal Don Cochran en conferencia de prensa.
Horas antes, la policía dio a conocer que el sospechoso, de 63 años, estaba bajo investigación. Tenía experiencia con sistemas electrónicos y alarmas, según registros públicos, y había trabajado como consultor de cómputo para un corredor de bienes raíces de Nashville.
De acuerdo con su vecino Steve Fridrich, agente inmobiliario interrogado por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), Warner tenía “paranoia por el uso de la tecnología 5G” para espiar a los estadunidenses, y los agentes están investigando este posible móvil.
Los agentes registraron su vivienda el sábado y varios vecinos declararon al Washington Post haber visto un vehículo similar al que estalló.
Según el rotativo, el padre de Warner falleció en 2011 y él vivió algunos años con su madre Betty Christine Lane, luego se mudó cerca de casa de ésta y no mantenía contacto con familiares cercanos desde hacía 10 años.
Este mes se había retirado de su trabajo como consultor de computación durante 15 años en la firma inmobiliaria Fridrich &Clark.
El agente especial a cargo de la oficina de la FBI en Memphis, Doug Korneski, aseguró que “no hay indicios de que otras personas estuvieran implicadas en la explosión”, aunque añadió que todavía se están siguiendo pistas.
Con la investigación todavía en curso, las autoridades indicaron que no podían dar detalles sobre los posibles motivos del suceso, pero afirmaron que Warner no estaba en su radar antes de la explosión.
La policía ubicó a Warner desde el sábado como “persona de interés”. Los agentes registraron una casa del barrio de Antioch, pero en ese momento no quisieron confirmar si ya tenían un sospechoso.
La explosión, que ocurrió a las seis y media de la mañana del viernes, dañó unos 40 edificios y dejó al menos tres lesionados, en momentos en que la zona se encontraba prácticamente vacía.
Las autoridades encontraron tejido humano en el lugar de la explosión, que el jefe de la oficina de Investigaciones de Tennessee, David Roush, confirmó que correspondía con el ADN hallado en el vehículo usado por Warner.
La policía informó que se trataba de un “acto intencionado”, pero el motivo permanecía sin aclarar.
La casa rodante se encontraba aparcada frente a un edificio de la compañía telefónica AT&T y el estallido causó daños que interrumpieron el servicio de telecomunicaciones tanto en Tennessee como en partes de Alabama y Kentucky.
AT&T informó que los clientes de los tres estados experimentaban todavía cortes, más de 48 horas después de la explosión.
Por otra parte, la policía detuvo a un sospechoso de matar a tres personas y herir a otras tres en un tiroteo el sábado en una sala de boliche en Rockford, Illinois.
Un hombre de 37 años fue detenido por la policía, dio a conocer el jefe de la policía de Rockford, Dan O’Shea, durante una rueda de prensa sin dar más detalles.