La crisis de la aviación en México no se quedó en las empresas privadas que operan en el país, la disminución de actividades en el sector alcanzó a Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), organismo descentralizado que como principal proveedor de las aerolíneas comerciales vio reducidas sus ventas en dos terceras partes respecto del año pasado.
Entre enero y septiembre, los ingresos de ASA se redujeron 63 por ciento, lo que se acompañó de un incremento de los impagos que tienen las aerolíneas con esta empresa del Estado y los de ésta con la filial de Petróleos Mexicanos (Pemex) que le provee de los combustibles.
La mayor parte de los recursos que percibe ASA se generan de la comercialización de turbosina y gasavión, pero también obtiene recursos por servicios de almacenamiento, aeropuertos, comerciales, entre otros. Mismos que, en conjunto, pasaron de 34 mil 571 millones de pesos en los tres primeros trimestres de 2019 a 12 mil 893 en el periodo comparable de este año.
Entre los adeudos que registra ASA, y que cuenta con cobrar, se encuentra un saldo de mil 197.6 que debe el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México por servicios corporativos. Sin embargo, a esto se suman 3 mil 762 millones de pesos en pérdidas incobrables entre sus clientes, 134 por ciento más que al arrancar el año.
Además del adeudo de Mexicana de Aviación, que dejó de volar hace una década, Interjet –que lo hizo hace un par de semanas– es el principal deudor de ASA, sin que la empresa del Estado cuente con recuperar este adeudo más que por la vía legal.
Este incremento en los adeudos se da pese a que para la recuperación de las cuentas por cobrar se tiene como parámetro 30 días, y derivado de la pandemia se extendió a 72, porque “las principales aerolíneas nacionales, que son las mayores consumidoras y almacenadoras de combustible de aviación, han sido severamente afectadas en sus operaciones aéreas por la contingencia sanitaria desde finales del mes de marzo y, por ende, en sus compromisos de pago con el organismo”.
De igual manera y pese a modificar su contrato de crédito, la deuda de ASA con Pemex Transformación Industrial (Pemex TRI), filial de Pemex, se dispararon 62 por ciento respecto del inicio del año.
Hasta los estados financieros más recientes reportados por ASA, la deuda a Pemex TRI es de 3 mil 24 millones de pesos, lo que equivale a 57.9 por ciento de todos sus pasivos.
El contrato de crédito entre Pemex TRI y ASA indica que el pago por los productos y servicios conlleva un plazo de 30 días para turbosina y gasavión, y siete días para servicio y notas de débito. En el caso de no saldar en dichos plazos, Pemex podrá suspender la venta de producto o prestación de servicios a partir del primer día de incumplimiento, además de imponer el pago de intereses.