Tras este complicado año, muchos productores de leche, principalmente los pequeños, arrancarán 2021 sin el capital necesario para seguir operando, por lo que urge que el gobierno ponga en marcha medidas de apoyo, advirtió Vicente Gómez, presidente de la Federación Mexicana de Lechería (Femeleche).
En entrevista, el representante del sector indicó que la industria lechera cerrará 2020 con un crecimiento anual de entre 4 y 5 por ciento en sus ventas; sin embargo, el verdadero reto será 2021.
“Ha sido un año complicado que se ha sorteado bien, pero el año que viene iniciamos descapitalizados, por lo que necesitamos apoyos del gobierno para que no nos ahoguemos”, advirtió Gómez.
El presidente de la Femeleche indicó que sus costos se incrementaron 10 por ciento debido a la volatilidad que registró el tipo de cambio durante el inicio de la pandemia, pues 75 por ciento de sus insumos son importados. Además, apuntó, las ventas del segmento de yogurt y paquetes escolares se desplomaron 30 por ciento.
Dichas afectaciones, señaló Gómez, no se pueden trasladar a los consumidores mediante un alza de precios, y menos que nunca ahora, pues son conscientes que la pandemia del coronavirus ha afectado sus bolsillos de manera importante.
“El poder adquisitivo de las personas ha bajado y nuestras ventas del próximo año están comprometidas, porque no se puede repercutir en precios. 2021 será un gran reto porque cuando una empresa no tiene flujo, está muerta sin importar su tamaño y viabilidad, por este motivo es necesaria la intervención del gobierno”, insistió el presidente de Femeleche.
Para librar la crisis del siguiente año, apuntó, es indispensable aprovechar las capacidades que tiene el sector agropecuario del país, el cual colabora con 20 por ciento de las exportaciones totales del país, además de que ha demostrado su resiliencia, dado que es la única que crece o al menos no cae en épocas de crisis.
Para impulsar el potencial del sector, Gómez busca ser el nuevo presidente del Consejo Nacional Agropecuario a partir del próximo año, pues desde su punto de vista el organismo necesita una reorganización interna, además de una nueva estrategia con la que se establezca un canal efectivo de comunicación entre los diferentes miembros del agro y el gobierno federal.