Restos de alimentos y bellas decoraciones con ninfas marinas, así como bodegones, resurgieron en la antigua ciudad de Pompeya, ya que se completó la excavación de un termopolio (antiguo puesto de comida) en excepcional estado de conservación.
Una Nereida montada a caballo forma parte de las coloridas pinturas que salieron a la luz de entre las cenizas volcánicas. En el costado de la barra se hicieron dibujos de animales, entre ellos un gallo y dos patos, así como bebidas que probablemente se vendían en el sitio en plena calle.
Las imágenes y detalles de la excavación fueron dados a conocer por los encargados del sitio arqueológico de la antigua ciudad romana, ubicada en el sur de Italia, que quedó sepultada por la erupción volcánica casi 2 mil años atrás.
Los termopolios son lugares en los que se servían bebidas y comida caliente, conservados en grandes dolia o recipientes de barro incrustados en el mostrador. Eran habituales en Roma, donde se consumían la comida al aire libre. Tan sólo en Pompeya hay unos 80.
Junto al mostrador incluso se encontraron ánforas, que casualmente también estaban representadas a un lado en los murales. Dentro de los dolia había restos de alimentos, como cerdo, cabra, pescado y caracoles, así como un fragmento de hueso de pato.
También en esta área se hallaron osamentas humanas de dos víctimas de la erupción del Vesubio en el año 79 de nuestra era, de las que se harán más estudios para precisar a quiénes pertenecían.
Massimo Osanna, director interino del Parque Arqueológico de Pompeya, señaló que el termopolio constituye un testimonio de la vida cotidiana en Pompeya, y las posibilidades de análisis son excepcionales, pues, por primera vez, se excavó en su totalidad un entorno de este tipo y se han podido realizar análisis con tecnologías actuales.
Estudios de laboratorio más minuciosos, y en especial de los restos encontrados en los dolia de terracota del mostrador, ayudarán a entender qué se vendía y cuál era la dieta.
Las excavaciones en el nombrado termopolio de Regio V comenzaron en 2019 y debido a las características de las decoraciones se decidió completar el rescate de todo el entorno en el que se vendía comida, con el fin de conocer mejor las prácticas de las llamadas “mesas calientes” de Pompeya.