Madrid. Un estudio de investigadores de la Universidad de California en Berkeley (Estados Unidos) ofrece una visión de por qué es tan difícil conseguir que la gente altere sus rutinas durante las fiestas de Navidad por la pandemia de Covid-19 y cómo los países podrían enviar mensajes más efectivos a sus ciudadanos.
“Los rituales son más importantes que los tipos normales de actividades de grupo, porque reflejan los valores del grupo”, explica uno de los investigadores, Dan Stein. “Cuando la gente altera las actividades que son más rituales, provoca una mayor indignación moral. Si los mensajes de los políticos al distanciamiento social van a tener éxito, deben dar una respuesta a estos fuertes valores de grupo. Enfrentar el distanciamiento social pandémico contra los valores de amor y unión representados por las fiestas crea un conflicto moral para muchas personas”, señala otra de las autoras, Juliana Schroeder.
El artículo, que se publicará en la revista Journal of Personality and Social Psychology, examina la sicología de los rituales a través de experimentos que muestran la fuerza con que la gente se siente atraída por las tradiciones. El desafío para las familias que intentan mantenerse seguras durante la pandemia de Covid-19 es cómo alterar los rituales de manera que mantengan sus valores intactos, incluso si no es posible reunirse físicamente.