El impacto real de la aplicación de las vacunas contra el Covid-19 se verá entre uno y dos años, conforme estén disponibles las dosis suficientes y se distribuyan de manera progresiva y eficaz, debido a la enorme población global que deberá vacunarse, estimaron investigadores de las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Autónoma Metropolitana (UAM).
Mauricio Rodríguez, vocero de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus, señaló que al iniciar el pasado jueves el programa de vacunación, los riesgos de la pandemia a la salud humana no cambiarán su curso en lo inmediato.
La llegada de las vacunas a México es “un avance importante”; sin embargo, “debemos estar conscientes de que el proceso de vacunación será paulatino, que va a ir encontrando varios obstáculos. No es algo que vaya a cambiar ahorita el curso de la epidemia, sino que tendrá impacto dentro de 14 o 18 meses”.
Al respecto, Jorge Castañeda Sánchez, investigador del Departamento de Sistemas Biológicos de la UAM, dijo que es una buena noticia contar ya con un biológico que haya pasado por todas las fases y que prácticamente se esté aplicando a la población.
Sin embargo, aclaró, “esto no es la panacea, el coronavirus y sus efectos no van a desaparecer de la noche a la mañana”. Además, hizo hincapié en que las dosis que llegaron a México son nada en comparación con la población que debe vacunarse, inclusive si sólo se considera al personal del sector salud, los primeros en recibir la vacuna.
Por su parte, Mauricio Rodríguez, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM, consideró que al recibir la vacuna todo el personal de salud “podrá desempeñarse mejor en su trabajo. Eso va a significar mejores manejos para los pacientes, mejor evolución y hasta cierto punto un manejo más óptimo en los hospitales”.
En este sentido, Castañeda Sánchez sugirió que además del personal médico, en la estrategia oficial de vacunación habría que considerar a las personas que más salen de sus hogares y que pudieran ser portadores asintomáticos. Es decir, debería contemplarse a la comunidad que es económicamente activa.
Para Mauricio Rodríguez algunas de las dificultades que podrían presentarse es la disponibilidad, que los fabricantes tengan listas las dosis y que éstas lleguen conforme está previsto. “Eso es lo primero, porque puede haber cambios en las condiciones de los contratos, problemas durante la producción, desabasto de insumos, problemas durante la distribución. Eso puede comprometer la llegada de las vacunas a México”.
Otro inconveniente es que la población no quiera aplicarse la dosis “porque piensa que no son vacunas seguras o no son confiables”. Al respecto, subrayó que los biológicos ya cumplieron con los estándares de calidad, de seguridad y de eficacia.
Finalmente, ambos especialistas coincidieron en que en tanto se observan los resultados positivos de la vacunación, las demás personas deben redoblar las estrategias de prevención y de contención del virus, desde lo individual y familiar.