La pandemia por Covid-19 generó cambios en los hábitos de consumo y un amplio sector ha optado por “dietas menos nutritivas, menos frescas y más económicas”, destacó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Esa decisión podría explicarse por una disminución significativa del ingreso familiar y por las restricciones a la movilidad que se impusieron desde el inicio de la emergencia.
Advirtió que la mala nutrición supone mayores riesgos de contraer padecimientos, y en el caso del Covid-19, de acuerdo con la evidencia, la obesidad y el sobrepeso pueden ser factores para desarrollar una enfermedad grave.
“En América Latina y el Caribe hemos convivido en tiempos recientes con alarmantes cifras de malnutrición por sobrepeso, obesidad y desnutrición. Un problema de salud pública aún más grave en tiempos de pandemia”.
En su estudio Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe 2020, presentado a principios de este mes, la FAO alertó que la pandemia “permite augurar un aumento significativo del hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición en los próximos años”, y agregó que el Covid-19 “ocurre en un momento en el que la seguridad alimentaria regional ya venía en claro deterioro”.
La FAO ha exhortado a los gobiernos a incentivar “una alimentación más saludable, asegurando el acceso a productos frescos y nutritivos, impulsando campañas comunicacionales que pongan en valor la alimentación saludable y facilitando la comercialización de productos frescos y de calidad producidos localmente por pequeños y medianos productores”.
En esta contingencia sanitaria, ese organismo resaltó que ha habido aumento en el consumo de productos hipercalóricos (frituras, postres), enlatados, empaquetados y menos perecederos. Además, el coronavirus ha exacerbado la desigualdad de ingresos, alimentación y nutrición en América Latina y el Caribe.