En 2020, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) hizo los mayores cambios de su historia a su legislación y estructura para enfrentar la violencia de género y en búsqueda de avanzar en la igualdad entre mujeres y hombres.
Sin embargo, las modificaciones al estatuto general, la creación de nuevas instancias como la Coordinación para la Igualdad de Género o de las comisiones internas sobre género en cada escuela y facultad, no han terminado con este problema.
Aún en las clases a distancia y con todas las actividades presenciales suspendidas debido a la pandemia de Covid-19, alumnas de distintas escuelas y facultades han continuado haciendo denuncias públicas y formales en contra de estudiantes y académicos por agresiones machistas.
En los pasados cuatro años, la universidad ha recibido mil 350 quejas por violencia de género, de acuerdo con datos publicados por la institución, que indican que en el último año se presentaron dos veces más denuncias por agresiones de género que en 2016 cuando se implementó el Protocolo para la Atención de Casos de Violencia de Género.
Casos recientes de violencia machista fueron documentados por estudiantes que han grabado a distintos profesores durante las clases y actividades por videoconferencia, lo que ha evidenciado que hay conductas profundamente misóginas que violentan la dignidad de las mujeres y estudiantes universitarias, y su derecho a una vida libre de violencia.
Entre los cambios y medidas adoptadas por la UNAM este año está que en febrero pasado fue creada la Coordinación para la Igualdad de Género, como parte integral de la estructura universitaria, cuyo objetivo es implementar las políticas institucionales sobre la materia e impulsar una estrategia permanente de educación, así como programas de superación y actualización docente y renovación de estímulos.
Adicionalmente, el Consejo Universitario aprobó cambios en la legislación universitaria, mediante los cuales se califica la violencia de género como “causa especialmente grave de responsabilidad”.
Otorgó también facultades a la Defensoría de los Derechos Universitarios Igualdad y Atención de la Violencia de Género sobre el tema, y estableció la paridad en la integración del Tribunal Universitario.
También se aprobó la creación del Programa de Posgrado en Estudios de Género, único en su tipo en la universidad y a escala nacional, que contempla planes de estudio de especialización, maestría y doctorado.