Ginebra. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) se dijo profundamente preocupada por los recientes indultos del presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, para cuatro guardias de seguridad de la empresa militar privada Blackwater, condenados por matar a 14 civiles iraquíes y dejar heridos a otros 17 en 2007.
En un comunicado emitido el miércoles, Marta Hurtado, portavoz de ONU-DH, comentó que perdonarlos contribuye a la impunidad y a envalentonar a otros a cometer crímenes similares en el futuro.
El comunicado enfatizó que Nicholas Slatten, Paul Slough, Evan Liberty y Dustin Heard recibieron sentencias que van desde 12 años hasta la cadena perpetua, incluso por cargos de asesinato en primer grado. Trump los indultó el martes pasado.
“Al investigar estos crímenes y completar los procedimientos legales, Estados Unidos cumplió con sus obligaciones de acuerdo con el derecho internacional”, dijo el comunicado, y agregó que las víctimas de graves violaciones de derechos humanos tienen derecho a que los perpetradores reciban castigos acordes con la gravedad de su conducta.
La ONU-DH pide a Estados Unidos que renueve su compromiso de luchar contra la impunidad por violaciones graves de derechos humanos y del derecho internacional humanitario, así como que cumpla con sus obligaciones de garantizar la rendición de cuentas por tales crímenes.
Según informes de los medios, Trump otorgó el martes el indulto total a 15 personas, incluidos los cuatro guardias de seguridad de Blackwater participantes en la matanza. La decisión del presidente fue recibida con indignación por el familiar de una de las víctimas. “Esto está mal, es una injusticia”, declaró Faris Fadel, hermano de Osama Abbas, uno de los 14 acribillados. “¿Cómo es posible que queden en libertad estos que tienen sangre en las manos?”, añadió.
En ese entonces, Blackwater fue contratada para proteger a diplomáticos estadunidenses en Irak. Habían pasado cuatro años desde la invasión que derrocó al gobernante Saddam Hussein.
“Perdí toda esperanza hace mucho tiempo”, dijo Fares Saadi, el oficial de policía iraquí que investigó los tiroteos en la plaza Nissour, un lugar concurrido de la capital iraquí. “Lo recuerdo como si fuera ayer: recogí a la gente, la llevé al hospital, tomé declaraciones, pero sabía que no veríamos justicia”, dijo por teléfono.
El indulto presidencial de Estados Unidos se produjo semanas después de que la Corte Penal Internacional puso fin a una investigación preliminar sobre presuntos crímenes de guerra cometidos por tropas británicas en Irak después de la invasión.
“El último fallo confirma las violaciones a los derechos humanos y al derecho internacional por parte de estos países”, dijo Ali Bayati, miembro de la Comisión de Derechos Humanos de Irak.
“Otorgan inmunidad a sus soldados aunque afirman proteger los derechos humanos. Nunca ha habido un juicio sobre los muertos en Bagdad”, lamentó.