Buenos Aires. Una falla de alta tensión dejó ayer sin energía eléctrica a barrios del centro y sur de Buenos Aires, en un día de calor agobiante y gran actividad comercial en vísperas de Navidad, informaron fuentes oficiales y empresariales.
El desperfecto “se debió a un incendio intencional que afectó líneas de alta tensión”, explicó la compañía concesionaria Edesur en sus redes sociales.
A la hora de la falla, al atardecer, 305 mil 172 usuarios quedaron sin suministro, según el Ente Nacional de Regulación Eléctrica. Cuatro horas después sólo quedaban 2 mil 221 sin luz”.
El fuego empezó en un predio deshabitado y con vegetación silvestre ubicado junto a una subestación eléctrica, informaron bomberos al canal C5N de televisión.
“Una falla en la red de alta tensión provocó un corte en el suministro a vecinos de la zona centro-sur de Buenos Aires”, señaló más temprano la compañía concesionaria.
El apagón afectó a viviendas, tiendas y a los semáforos con una secuela de embotellamientos callejeros y confusión en estos barrios.
En la Región Metropolitana de la capital y su periferia, abastecida por las concesionarias Edesur y Edenor, viven unos 14 millones de personas, con unos 2.5 millones de abonos residenciales, comerciales e industriales al servicio eléctrico.
El Servicio Meteorológico reportó una temperatura de 32 grados centígrados en el momento del corte, al atardecer.
En otro asunto, las negociaciones salariales entre sindicatos y cámaras del sector agroexportador de Argentina continuaban estancadas ayer, al cumplirse 13 días de una huelga que ya ha demorado a más de 100 barcos de carga en los puertos.
Las actividades portuarias y de molienda de granos de Argentina, proveedor mundial clave de alimentos, se encuentran afectadas desde el 9 de diciembre, cuando dos sindicatos de obreros aceiteros y el gremio de trabajadores técnicos portuarios Urgara iniciaron una huelga simultánea.
La huelga de unos 12 mil trabajadores, que empezó el 9 de diciembre, también afectó las actividades en las plantas aceiteras después de que las negociaciones con las patronales se empantanaron la semana pasada.
Los trabajadores solicitan 40 por ciento de aumento salarial, mientras la parte empresarial acusa a los sindicatos de “intransigencia” para alcanzar un acuerdo “razonable”.
La economía argentina tuvo el año pasado una inflación de 53.8 por ciento y acumuló 30.9 por ciento este año hasta noviembre.