Nueva York. El presidente electo Joe Biden advirtió que los tiempos más difíciles de esta pandemia están por venir y reconoció que muchas de las reformas a las políticas migratorias no serán inmediatas (como prometió en su campaña), mientras el presidente saliente, Donald Trump, se encuentra cada vez más aislado en su ocaso en la Casa Blanca, donde ayer indultó a sus cómplices políticos y a criminales de guerra; todo al concluir lo que será el año más mortífero en la historia de Estados Unidos.
Biden, en un discurso y conferencia de prensa, advirtió que “nuestros días más oscuros en esta batalla contra el Covid están por venir, no han pasado”. Los expertos, señaló, dicen que las cosas empeorarán aun con el inicio de la vacunación masiva, señalando que el promedio de muertes es de 3 mil cada día. Por lo tanto, afirmó, “necesitamos que todos usen cubrebocas, mantener la distancia social y evitar reuniones grandes”, y detalló los desafíos que enfrentará su gobierno desde el primer día, tanto por la pandemia como por la crisis económica que ha resultado de su manejo bajo Trump.
Biden aseguró que mantendrá su compromiso de revertir varias de las políticas antimigrantes de Trump, pero que las de asilo que han obligado a decenas de miles de centroamericanos y otros a esperar en México mientras proceden sus casos según el acuerdo con el gobierno de Trum
Por otro lado, Biden anunció que Miguel Cardona, el comisionado de educación del estado de Connecticut, será nominado como próximo secretario de Educación. Si es ratificado, cumplirá con la promesa de Biden de instalar en ese puesto a alguien con experiencia personal en la educación pública. Cardona, hijo de padres puertorriqueños, ha sido maestro y reconocido director de primarias y posteriormente administrador de escuelas públicas en ese estado.
Del otro lado del país, el secretario de estado de California, Alex Padilla, fue seleccionado por el gobernador Gavin Newsom para ocupar el escaño en el Senado que dejó vacante la ahora vicepresidenta electa, Kamala Harris. El hijo de inmigrantes mexicanos será el primer latino en representar a California en el Senado federal.
Mientras, Trump, cada vez más aislado en su laberinto, sigue planeando con sus aliados políticos más cercanos su última jugada para subvertir la elección que insiste le fue robada por un fraude, a pesar de la nula evidencia. Varios diputados ultraderechistas y algunos de sus asesores en la Casa Blanca se reunieron con él este lunes para evaluar cómo revertir el resultado electoral cuando el Congreso se reúna el 6 de enero para certificar el voto del Colegio Electoral (donde Biden ganó por 306 contra 232).
Ahí están contemplando cuestionar el resultado y con ello detonar un proceso en el cual ambas cámaras debaten la petición y votan para aprobarla o no. Esa maniobra está destinada al fracaso porque la Cámara de Representantes está bajo control demócrata y la medida no será aprobada.
De hecho, el senador republicano John Thune, segundo en la jerarquía, opinó ayer que eso no prosperará, mientras el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, ya ha reconocido a Biden como presidente electo.
Según varios informes, Trump ya está despotricando contra McConnell, entre otros que se han atrevido a expresar una opinión diferente a la suya, e incluso contra varios de sus propios asesores en la Casa Blanca, aparentemente por no ser suficientemente fieles. Más aún, circulan versiones de que el magnate ya sospecha de su propio vicepresidente, Mike Pence, por deslealtad, y hasta de su secretario de Estado, Mike Pompeo, reportó Axios, medio que afirmó que “no podemos enfatizar qué tan desconcertados están los funcionarios de Trump por las conversaciones que se están desarrollando dentro de la Casa Blanca”.
Al mismo tiempo, anoche la Casa Blanca anunció que 20 personas fueron indultadas por el presidente. Entre los beneficiados se encuentra un asesor de la campaña de Trump en 2016 cuyo caso detonó la investigación por colusión con Moscú y fue condenado por mentir a la FBI sobre el asunto, y tres diputados republicanos federales que se declararon culpables de cargos por delitos graves. Cuatro mercenarios, ex militares estadunidenses, contratados por la empresa Blackwater para servicios de seguridad en Irak que fueron condenados por asesinar a civiles en 2007; uno de ellos sentenciado a cadena perpetua por su papel en la matanza de 17 civil iraquíes en Bagdad, así como dos agentes de la Patrulla Fronteriza. Se esperan más indultos antes del fin de su gobierno.
El último año de Trump está por ser el más mortífero en la historia de Estados Unidos, según un análisis de la agencia Ap. El saldo mortal de 2020 superará 3 millones por primera vez –400 mil más que en 2019–, el incremento anual más grande desde 1918, cuando miles de soldados estadunidenses murieron en la Primera Guerra Mundial y cientos de miles en casa por la pandemia de influenza.