San Dionisio del Mar, Oax., En esta comunidad ikojts (también llamada huave) del Istmo de Tehuantepec todos se dedican a la pesca, actividad que está en crisis debido a la pandemia de Covid-19.
Aunado a ello, denunciaron algunos pescadores, no han recibido el apoyo de 7 mil pesos que les entregaba cada año la Federación por medio del programa Bienpesca, (antes Propesca).
Frente a la playa Copalito, hombres tejen con agujas de madera redes a las que llaman pacas para “pasar el tiempo”, pues sus embarcaciones están varadas por falta de dinero para combustible.
Aquí hay aproximadamente 400 pescadores integrados en dos cooperativas: Playa Copalito y Robles, además de los independientes. Todos coinciden en que el coronavirus hizo que se desplomaran sus ventas .
Los socios de Playa Copalito (conformada por 120 personas y 54 embarcaciones) explicaron que hasta finales de marzo, cuando comenzó la contingencia, sus pescados y mariscos se vendían al mayoreo a gente de Juchitán, pero desde que se declaró la alerta sanitaria las compras sólo son semanales.
Esto ha provocado que deban abaratar su producto y obtener menores recursos que no les alcanzan ni para salir a pescar, por lo que están “en espera de que el próximo año todo sea mejor”.
Algunos de los pobladores han empezado a realizar otras actividades, como la agricultura, o viajan a otras comunidades para trabajar de albañiles.
“Estamos como el cangrejo, de mal en peor. Esta situación nos preocupa porque no tenemos dinero para llevar a casa. Las embarcaciones las usábamos diario, en la noche y otros en la madrugada, dependiendo el clima; ahora nada, sólo nos queda tejer redes en espera de que las cosas mejoren, pero lo vemos complicado, ya son nueve meses de pandemia, sigue la contingencia sanitaria, y de nosotros nadie se acuerda”, expresó Porfirio Rojo, pescador.
Otros aseguraron que no pierden la ilusión de que para el 24 y 31 de diciembre arriben mayoristas y mejoren las ventas para que al menos tengan “un buen fin de año”.