Madrid. El nuevo cohete portador de carga media de China, Larga Marcha 8, realizó su vuelo inaugural este 22 de diciembre, enviando cinco satélites a la órbita planificada desde la base de Wenchang.
Según la Administración Nacional del Espacio de China, el cohete tiene una longitud total de 50.3 metros, con una masa de despegue de 356 toneladas. Puede transportar una carga útil de al menos 4.5 toneladas a una órbita sincrónica con el Sol a una altitud de 700 kilómetros.
El cohete llena el vacío en la capacidad de lanzamiento de China a la órbita síncrona con el Sol de 3 a 4.5 toneladas, y es de gran importancia para acelerar la mejora de los vehículos de lanzamiento, según la agencia espacial, citada por Xinhua.
El cohete fue desarrollado por la Academia China de Tecnología de Vehículos de Lanzamiento, subsidiaria de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China.
Tiene una primera etapa de 3.35 metros de diámetro, una segunda de 3 metros, una de 4.2 metros de diámetro y dos impulsores adheridos de 2.25 metros de diámetro.
Adopta tecnologías utilizadas en los cohetes Larga Marcha 5 y Larga Marcha 7. Utiliza propelentes no tóxicos y no contaminantes.
Song Zhengyu, diseñador en jefe del cohete, explicó que el diseño “sentará una base tecnológica para el desarrollo de cohetes grandes y pesados, en menor tiempo y reduciendo los costos”.
El cohete puede enviar uno o varios satélites en un solo viaje, y puede realizar misiones de red de lanzamiento para satélites en órbita terrestre baja, según Wu Yitian, diseñador jefe adjunto del cohete.
Larga Marcha 8 es el primero de los cohetes portadores de China en adoptar la tecnología de control de empuje, que mejorará su adaptabilidad a diferentes misiones.
El lanzamiento del martes fue la misión número 356 de la serie de cohetes Larga Marcha.