A 10 días de que entre en vigor la segunda fase de la reforma que prohíbe la venta y expedición de plásticos de un solo uso, diputados en el Congreso de la Ciudad de México, señalaron de manera tajante que “ni con la pandemia habrá marcha atrás”.
La reforma, aprobada hace casi dos años, ahora genera mayor incertidumbre a las empresas por la crisis económica provocada por el Covid-19, ya que la industria genera más de un millón de empleos de manera directa e indirecta. Pese a la preocupación, a partir del primero de enero de 2021 se prohibirá la comercialización de cubiertos, mezcladores, platos, popotes, globos, vasos, charolas para transportar alimentos, aplicadores para tampones y cápsulas de café fabricadas con materiales de plástico de un solo uso.
La diputada Alessandra Rojo de la Vega, impulsora de la reforma, comentó que el gobierno debe continuar con las verificaciones de establecimientos y aplicar multas, pues con o sin pandemia la ley debe aplicarse para propiciar un medio ambiente sano.
Mónica Conde, directora de Ambiente Plástico, explicó que durante la pandemia los plásticos han sido parte esencial para la vida moderna y para los cuidados de la salud, pues se han utilizado para fabricar caretas faciales o para llevar comida que mantuvieron a los restaurantes a flote durante el confinamiento, incluso se utiliza en los aplicadores para realizar las pruebas de Covid-19 o en las jeringas que, en su momento, servirán para aplicar las vacunas.
“Los plásticos son tan importantes para la humanidad que no se deben tomar decisiones de futuro basadas en prejuicios, sin conocer a fondo datos y hechos científicos. Remplazar plásticos por otros materiales, sin profundizar en un verdadero análisis de su ciclo de vida, puede ocasionar más daño que bien”.
La diputada Rojo de la Vega dijo comprender el cambio drástico que implica la reforma; no obstante, resaltó que se debe ponderar el derecho a la salud, pues “por más economía que exista, si no hay dónde vivir, no hay absolutamente nada”.