Al abundar sobre la conversación telefónica del pasado fin de semana con el mandatario electo de Estados Unidos, Joe Biden, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que se planteó continuar de manera conjunta con la propuesta de su gobierno de apoyar a Centroamérica y el sur de México, además de que se habló de un trato de “iguales y un respeto a la soberanía”.
Indicó que “no hay nada qué temer, las relaciones son muy buenas con el actual gobierno de Estados Unidos, y no hay nada que indique, no hay ningún presagio de malas relaciones con el gobierno que va a encabezar el presidente Biden”.
Al preguntarle en su conferencia matutina sobre las políticas en materia de energías limpias, declaró que son temas que no se han abordado con quien encabezará el próximo gobierno estadunidense, y agradeció al presidente Donald Trump no haber insistido en el tema: “nunca me lo planteó, no se habló de ello, fue respetuoso, y no sólo en eso, sino en otros asuntos también. No hubo injerencia en asuntos internos”.
De paso expuso que cuando se realizó la detención de Salvador Cienfuegos, ex secretario de la Defensa Nacional –cuyas investigaciones, indicó, no se informaron a México, pese a la relación de cooperación en materia de seguridad–, el caso llevó a una nota diplomática por parte de México, tras lo cual acordaron reponer el procedimiento. Incluso, ahí mismo durante la conferencia en Palacio Nacional, López Obrador dio instrucciones para que la cancillería mexicana difundiera el contenido de dicha nota, hecho que pasó poco después.
Al retomar el tema de la plática con Biden, el Ejecutivo federal dijo que el tema migratorio predominó durante la conversación, a la que definió como “muy fraterna, respetuosa”. Señaló que el presidente electo estadunidense tiene claro que se debe apoyar a los países de Centroamérica y al sur de México para que haya desarrollo.
Ambos destacaron –comentó– la importancia dar opciones de oportunidades, empleo y bienestar a las poblaciones de estas regiones, a fin de que la gente no se vea obligada a abandonar sus pueblos.
“Él sabe que la gente abandona sus lugares de origen por necesidad, no por gusto, de modo que lo que tienen que hacerse es ir a las causas y promover el desarrollo del sur. Eso es lo que hemos venido planteando y haciendo”, expuso López Obrador.
Se habló –insistió– de un trato de iguales y un respeto a la soberanía, además de que la hermandad que comparten ambos pueblos obliga a los gobernantes de ambas naciones a mantener buenas relaciones. “Y hay esa disposición de parte nuestra y también del presidente Biden.
La conversación telefónica inició así: “me dijo que él iba a buscar un trato de iguales; yo le reconocí la expresión, porque no implica subordinación”, concluyó.