En tianguis de la Ciudad de México y área conurbada algunos comerciantes venden cubrebocas, guantes y hasta overoles para protección médica 60 por ciento más baratos que en el mercado oficial. Sin embargo, algunos son réplica elaboradas por costureras o de materiales que no cumplen con protocolos sanitarios.
En el tianguis de Santa Cruz Meyehualco, alcaldía de Iztapalapa, se colocan puestos ambulantes los martes y viernes. En ese sitio, además de ropa y productos perecederos, vinos y licores, venden gel antibacterial, guantes de látex, alcohol y cubrebocas “triple capa plisado con protector facial desmontable”, hecho en casa con precios de 40 pesos. Los overoles “de marca” cuestan entre 100 y 200 pesos, cuando normalmente su precio ronda los 500 pesos.
Metros adelante se encuentra el tianguis de Las Torres, donde venden chácharas. La gente adquiere todo tipo de productos de segunda mano que están deteriorados, sucios, mutilados o rayados, incluidos máscaras o caretas con respiradores usados, entre 100 y 500 pesos, dependiendo la marca y el desgaste. Aquí no importa las condiciones de insalubridad que prevalecen en el lugar o de dónde provengan las prendas, debido a que los puestos colocan su mercancía en el suelo.
En mercados al aire libre que se instalan los miércoles en avenida Francisco Zarco y jueves en la colonia Maravillas, en Ciudad Nezahualcóyotl, también se ofrecían los trajes de aislamiento médicos. En estos lugares había overoles “originales” y “clones” a 50 pesos, supuestamente de una marca multinacional estadunidense.
Los domingos se coloca sobre la avenida Texcoco el mercado sobre ruedas de San Juan, uno de los más grandes del valle de México. Allí se instalan comerciantes en aproximadamente 3 kilómetros entre los límites de Iztapalapa y municipio de Nezahualcóyotl, donde hay todo tipo de productos, incluidos artículos de protección para trabajadores de la salud.
Durante un recorrido por la zona con el mayor número de contagios por coronavirus en la CDMX y área metropolitana, cientos de personas desobedecieron el semáforo rojo para realizar compras con motivo de las festividades decembrinas.
Desde temprano miles acudieron sin importarles la situación de la epidemia del Covid-19 o que hospitales se encuentren saturados. El fin de semana, autoridades del estado y ciudad de México decretaron que todas las actividades económicas no esenciales cerraran a partir del 18 de diciembre hasta el 10 de enero de 2021, como una medida extraordinaria para frenar el ritmo acelerado de contagios.