Con la designación de Arturo Reyes Sandoval como nuevo director general del Instituto Politécnico Nacional (IPN), y a unos días de que de cumpla su 85 aniversario –el 1º de enero–, esta casa de estudio tiene la tarea de recuperar el papel histórico como motor fundamental en la educación tecnológica del país y dar pasos acelerados en la consolidación e internacionalización de sus programas, así como en los proyectos de investigación.
El escenario parece complicado para esta institución pública de educación superior, una de las más grandes e importantes del país, pues presenta una planta docente insuficiente y envejecida, además de laboratorios y equipos obsoletos, a pesar de que en los tres años de la gestión de Mario Alberto Rodríguez Casas se invirtieron 3 mil 336 millones de pesos en infraestructura y equipamiento, según el informe de actividades 2020.
En lo académico, la nueva administración también deberá asumir los resultados que al final deje la contingencia sanitaria, sobre todo en materia de deserción escolar, eficiencia terminal y la aplicación del programa de educación en línea.
Al inicio del presente ciclo escolar, el secretario académico del IPN, Jorge Toro González, declaró que alrededor de 15 por ciento de los estudiantes de la institución no contaban con computadora o acceso a Internet, lo que complicaba su permanencia en el sistema educativo. Incluso, operó un programa de recuperación al final del año anterior.
A esto se suma la asignación de un presupuesto federal prácticamente estancado en los pasados seis años, y que para 2021 operará con poco más de 18 mil 240 millones de pesos, recursos que se irán, en su mayoría en gastos de personal y de operación, y casi nada a la inversión en equipo e infraestructura. Este ha sido el comportamiento del presupuesto, al menos, en la última década, de acuerdo con los informes anuales de actividades de los directores generales en turno.
Un tema todavía pendiente para la comunidad –integrada por 190 mil estudiantes de educación media superior, superior y posgrado; 16 mil 947 académicos y casi 10 mil trabajadores administrativos y de apoyo– es la realización del Congreso Nacional Politécnico, pendiente desde 2014 y pospuesto una vez más este 2020, a causa de la pandemia.
Diferentes estudios y diagnósticos elaborados por organizaciones de profesores y ex alumnos, como Unidad Politécnica y Red Social Fuerza Politécnica, que en noviembre pasado realizaron el foro Presente y futuro del IPN, estiman que existe un deterioro paulatino de las condiciones en que se encuentra como institución superior y tecnológica en el país, pero que está llamada a jugar un papel esencial en el campo tecnológico y en la investigación.
Datos de profesores de la sección 60 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) indican que en una década no ha habido aumento sustancial de plazas, además de que la edad promedio de la planta docente está por encima de los 60 años. Otro problema que deberá enfrentar Reyes Sandoval es que la mitad de los maestros están contratados por asignatura, medio tiempo o tres cuartos de tiempo, a pesar de que son ellos los que tienen la mayor carga del trabajo frente a grupo, lo que repercute en el tema de calidad educativa.
