Berlín. Varios países anunciaron ayer que suspendieron sus conexiones aéreas británicas, un día después de que Reino Unido informó de una nueva cepa más contagiosa del coronavirus y en momentos en que el secretario de Salud de esa nación, Matt Hancock, declaró que la variante estaba “fuera de control” y planteó la posibilidad de que Londres permanezca bajo confinamiento durante meses.
No obstante, las vacunas contra Covid-19 son efectivas para la cepa mutada detectada en Londres y el sur del territorio británico, opinaron expertos europeos citados por el ministro de Salud de Alemania, Jens Spahn.
Francia prohibió todos los viajes provenientes del Reino Unido durante 48 horas, informó el gobierno. Eso le daría tiempo a las autoridades de encontrar una “doctrina común” sobre cómo lidiar con el riesgo, según un comunicado.
El presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana Angela Merkel mantuvieron contacto telefónico con otros líderes de la Unión Europea (UE) para acordar una respuesta común.
El gobierno alemán señaló que todos los viajes provenientes de Gran Bretaña, con excepción de los vuelos de carga, ya no podrían aterrizar a partir de la medianoche del domingo. De momento no dijo cuánto duraría la prohibición, pero la agencia de noticias Dpa reportó que estaría en vigor hasta el 31 de diciembre.
El primer ministro belga, Alexander De Croo, señaló que emitiría una prohibición de viaje “como medida de precaución”. Bélgica también suspendió las conexiones de tren a Gran Bretaña, incluido el Eurostar.
“Hay muchas interrogantes sobre esta nueva mutación”, señaló y agregó que esperaba tener más claridad para el martes.
Holanda prohibió desde el sábado los vuelos de y hacia Reino Unido por lo menos lo que resta del año; Irlanda emitió una prohibición de vuelo de 48 horas; Austria, Suiza, Bulgaria e Italia indicaron que detendrían vuelos con Reino Unido por algunos días.
Más allá de Europa, Kuwait, Irán, Turquía, Israel, Canadá, El Salvador, Argentina, Chile y Colombia también suspendieron las conexiones con Inglaterra e Israel, además de con Sudáfrica, donde se ha descubierto una nueva variante del Covid-19. Arabia Saudita prohibió todos los vuelos internacionales, así como el acceso a sus puertos por al menos una semana.
A consecuencia de estas medidas, el primer ministro británico, Boris Johnson, presidirá una reunión para “analizar la situación sobre los desplazamientos internacionales y en particular el flujo regular de fletes hacia y desde Reino Unido”, mientras que el puerto de Dover anunció el cierre para el tráfico marítimo que sale del mismo.
La mutación, que puede ser hasta 70 por ciento más contagiosa, “está fuera de control”, reconoció el ministro británico de Salud, Matt Hancock, quien justificó el reconfinamiento de Londres y del sureste de Inglaterra. “Será muy difícil mantenerla bajo control hasta que una vacuna esté ampliamente difundida”, indicó.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Europea para el Control de Enfermedades instaron a sus miembros a reforzar los controles para combatir la propagación de la nueva cepa, en particular mediante la detección de la misma.
La agencia europea no descarta que la variante circule ya fuera del territorio británico.
De hecho, Italia anunció ayer que había detectado un primer caso diagnosticado por el hospital militar Celio de Roma. También se han registrado otros casos en Dinamarca (9), Holanda y Australia, según la OMS, que recomendó a sus miembros “incrementar su capacidad de secuenciación” del virus.
Además de “señales preliminares que indican que la variante podría ser más contagiosa”, la nueva mutación británica “podría afectar también la eficacia de algunos métodos de diagnóstico”, alertó la organización sin dar precisiones.
Por el momento, no hay “ninguna prueba sobre un cambio en la gravedad de la enfermedad”.
Israel comenzó su campaña de vacunación contra el Covid-19 con el objetivo de vacunar a unas 60 mil personas al día, en un intento de erradicar una enfermedad que vuelve a expandirse a gran velocidad entre su población.
La pandemia de Covid-19 ha dejado al menos un millón 685 mil 785 muertos y 76.2 millones de infectados en el mundo. América Latina y el Caribe, la región más golpeada, sumó 483 mil decesos y 14.6 millones de contagios.