Ciudad de México. El compositor Armando Manzanero no sólo es ícono de la música nacional e internacional y “uno de los máximos exponentes del romanticismo”, sino también un férreo defensor de los derechos de autor.
Sus canciones han trascendido tiempo y espacio. Sus palabras y pensamientos han llegado a cada rincón, emociones y corazón de su público, así como al de los artistas que han interpretado sus exitosas letras durante décadas.
El cantautor yucateco, presidente directivo de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM) desde 2010, fue internado, como se informó el pasado jueves, por síntomas de Covid-19, situación que ha sobrellevado como guerrero y con disposición para salir, en próximos días, del hospital.
Ahora, en el aislamiento, sus familiares sólo pueden platicar muy poquito por teléfono con él; le han pedido que no hable, sólo escuche. Al maestro también le dejaron una libreta para que escriba en cuanto pueda y tenga ánimo de hacerlo. “La manera en la que vive y percibe las cosas, muchas veces, es sorprendente. Tiene una sensibilidad diferente”, señaló su hija María Elena Manzanero a La Jornada.
Buenas noticias
Este domingo la familia del cantautor recibió buenas noticias: “Hoy estamos muy contentos porque el parte médico fue muy bueno; el doctor salió y nos dijo que ha habido mucho avance; sus indicadores de inflamación han bajado, así como su frecuencia cardiaca; ya puede respirar puesto boca arriba, porque lo habían colocado de lado, ya que el sábado le costaba trabajo oxigenar como debía; hoy tiene una saturación de 94”.
Lo favorable “es que si sigue con este paso, probablemente en pocos días lo puedan mandar a una habitación donde pueda estar acompañado y tranquilo, lo cual es muy importante para nosotros.
“Nos dice que nos cuidemos mucho, que demos besos a toda la familia y que él hará todo lo que tenga que hacer para estar bien; lo cierto es que está de ánimo y comiendo”, detalló María Elena.
Nacido en Mérida, el 7 de diciembre de 1935, Manzanero ha contado que su piano “siempre ha sido el amor de mi vida, mi eterno compañero, el señor que me ha dado todo”. Hasta hace tres años, se habían contabilizado más de 600 canciones de su autoría, de las cuales más de 50 han obtenido fama internacional.
En diciembre de 2017, afirmó a este diario que “no me alcanza el tiempo para escribir, porque tengo mucho trabajo y actividades en la sociedad. Además, ya quiero vivir un poco mis tiempos. Esto significa que quiero ser feliz, pasarla bonito, vivir bien, ver la televisión, cocinar en casa cuando se pueda, comer con mi mujer o ir a ver a mis hijos, cosas que antes podía hacer, pero no con la libertad de ahora”.
Sostuvo: “La música es el remedio más grande que puede tener el ser humano; si tuviéramos más tiempo para escucharla no nos interesaría hacer más guerras”.
En esa ocasión, a dos meses del tributo que se le rindió en Chichén Itzá, el cual generó polémica, Manzanero aseguró: “Eso no es un homenaje, eso suena muy ostentoso. Se escucha como si uno hubiera hecho grandezas y maravillas, y sólo será una celebración que voy a hacer en un lugar que con toda la humildad del mundo me pertenece, porque soy maya”.
El pasado 11 de diciembre, poco antes del contagio por coronavirus, Yucatán le rindió homenaje con la apertura de Casa Manzanero, museo dedicado a su vida y trayectoria, cuya ceremonia fue presidida por el gobernador Mauricio Vila Dosal y el secretario de Turismo federal, Miguel Torruco Marqués.
En este proyecto turístico, también se contempla el Turibus que operará la ruta Tour de la Nostalgia, que abarcará un recorrido por los lugares de infancia y de grandes anécdotas que forjaron parte de la vida del reconocido cantautor.
Legado
En ese recinto, los visitantes podrán conocer la historia del autor de Esta tarde vi llover, sus colaboraciones con cantantes internacionales, fotografías, artículos y muebles que pertenecieron al cantautor, quien ha contribuido con su vida y legado “a fortalecer la identidad y el orgullo que sentimos por Yucatán”.
El museo resume la trayectoria de Manzanero en tres ejes temáticos: Nunca en el mundo, que abarca los orígenes del bolero hasta la adolescencia de Armando Manzanero, un periodo que va de 1883 a 1950; No sé tú es el segundo eje que abarca su gran trayectoria como compositor y músico, y Esta tarde vi llover en el que se muestra su legado: familia, aportaciones en la cultura pop, rompiendo las barreras para establecer colaboraciones artísticas que van de la música al cine y la televisión.
De Manzanero se recuerda que en 1959 grabó su primer disco con canciones de su autoría y en 1969 Carlos Lico colocó su balada No en los primeros lugares de las listas de popularidad de Latinoamérica; además, sus temas, tanto en versiones originales como traducidas, han sido interpretadas por voces como las de Eydie Gormé, Johnny Marthis, Paul Muriat, Raphael, Tony Bennett, Elvis Presley, Elis Regina, María Medina, Angélica María y Luis Miguel.
Antes, en la época en que llegó a la Ciudad de México, fue acompañante de intérpretes como Lucho Gatica, Pedro Vargas, Carmela y Rafael, Luis Demetrio y José José; trabajó como promotor de la editora musical EMMI y director musical de la CBS Internacional (hoy Sony).
“Desde entonces, y gracias a su sensibilidad, creatividad y visión, comenzó su labor de productor musical, actividad en la que continúa. Entre los primeros destacan La Sonora Santanera y Sonia López, en los años 60, y los de Angélica María, además de música para cine. Otros artistas cuyas producciones han estado en sus manos son María Conchita Alonso, Amaya, Dyango, Presuntos Implicados, Luis Miguel y Carlos Cuevas”, describe la SACM en la biografía de sus socios y obra.
En esa página también se refiere: “En 1997 alguien se acordaba de 1967. Y era nada menos que Carlos Monsiváis, quien entonces decía: ‘Cuando ya se da al bolero jubilado por la acción del rock y la balada estadunidense, arraiga una voz inesperada, sin el ímpetu decorativo de los tenores ni la plenitud arrabalera de los cantantes de la Sonora Matancera, con la intuición semijazzística que clarifica a la canción romántica’”.
Sin embargo, Manzanero lo ha dicho a su manera: “El mejor idioma para el amor son las canciones”, lo cual ha permitido trascender temas como Contigo aprendí, Mía, Adoro, Esta tarde vi llover, Un loco como yo, Voy a apagar la luz, Todavía, Como yo te amé, Somos novios, Por debajo de la mesa, No sé tú y Nada personal.