La guerra a muerte entre los hermanos Carranza por encabezar el emporio familiar tiene un giro en la segunda temporada de Monarca, donde “las reglas del juego cambian”.
El segundo bloque de la serie, que estará disponible el primero de enero en Netflix, “viene más intensa y la ventaja es que ya no tienes que presentar a los personajes; además, no buscamos ofrecer más de lo mismo, sino más de lo más”, coincidieron en señalar los productores Billy y Fernando Rovzar.
Fernando explicó: “Si en la primera temporada estábamos viendo la vida de tres hermanos enfrentándose uno con el otro por tener control y poder no sólo de una empresa, sino de una familia, lo que decidimos hacer ahora es presentar un nuevo personaje que pusiera a los Carranza a temblar con la llegada de Sofía (Fernanda Castillo)”.
Capacidad de destrucción
Prosiguió: “Fue muy afortunado que ahora los tres hermanos tienen que construir una alianza para enfrentar a este nuevo enemigo; entonces, este juego de poder familiar se ha vuelto más rico y complejo, así como lo que están dispuestos a hacer para mantener el control y ganar. Esta situación lleva a cada uno a una exploración más oscura de sus verdaderas capacidades y alcances de destrucción”.
Además, retomó Billy, “es una alianza entre comillas, porque mientras dan una batalla, pelean la que tienen ellos pendiente. Entonces, es una confrontación en múltiples frentes”.
Sofía Carranza es hija del asesinado tío Agustín, quien aparece en la historia con sed de venganza, convencida de que un miembro de su familia mató a su padre; mientras tanto, cada hermano tendrá que defenderse como pueda de las consecuencias de sus malas decisiones.
En la serie, dijeron, se tomó en cuenta, tanto en la primera temporada como en la que se estrenará en unos días, “tratar de construir una historia que descentralizara la televisión mexicana, que no todo fuera capitalino. Entonces encontramos una riqueza de escenarios, de recursos naturales, y esta temporada nos llevó de regreso a Tequila, Jalisco, a grandes haciendas, edificadas algunas en el siglo XVI; incluso fuimos a filmar a San Miguel de Allende, Guanajuato, y a Querétaro”.
Aunque, un aspecto complicado, aceptó Fernando, “fue enfrentar al Covid-19, pero algunas limitantes fueron remplazadas con escenografías verdaderamente representativos de los países más espectaculares del mundo”.
La producción detuvo en marzo de manera total la grabación de la serie, la cual se retomó tras armar “robustos” protocolos para reiniciar en julio. “Durante cuatro semanas tuvimos cero contagios, lo cual demostró que si se hacen bien las cosas, sí se puede”, incluso, permitió ser modelo para otras producciones y así “no interrumpir una industria que le da de comer a más de 30 mil familias”.
En este lapso se tuvieron que solucionar aspectos relacionados con la cuarentena. “Hubo gente que nos dijo ‘oye no quiero que entres a cierto lugar’, como la casa de Joaquín Carranza, lo que fue todo un tema, porque habita gente en los alrededores y en un tiempo en que todos tenemos miedo, no querían que llegara un camión con 150 personas a grabar; en este sentido tuvimos momentos de buenas y de malas”, explicó Billy Rovzar.
Corrupción
Monarca, creada por Diego Gutiérrez, es una serie, que “en el fondo habla de la corrupción en el país, que devela sus caras a nivel institucional, cultural, familiar y personal; pero sin duda lo protagónico es el retrato que se hace de una familia y su empresa, la cual ha logrado éxito y fortuna”, puntualizaron los productores.
Al elenco conformado por Irene Azuela, Juan Manuel Bernal, Osvaldo Benavides y Rosa María Bianchi, se sumarán Fernanda Castillo y Alejandro de la Madrid, como Sofía e Ignacio Carranza, respectivamente.
La serie, original de Netflix, es producida por Ventanarosa (compañía de Salma Hayek), Lemon Studios y Stearns Castle.