Al ratificar que el Tren Maya se terminará en el tiempo y la forma previstos, el presidente Andrés Manuel López Obrador agradeció al gobernador de Campeche, Miguel Aysa, la conclusión de trabajos en la entidad sin solicitar presupuesto adicional a la Federación, como “está de moda”.
“No me está pidiendo presupuesto adicional para el cierre, que ahora está de moda eso, y tengo que estar diciendo como respondía el finado, el de ‘no hay, no hay’, Héctor Suárez, tengo que estar diciendo así: ‘no hay, no hay, no hay’”, expresó el mandatario.
Pero aquí, añadió, el gobernador no solicita presupuesto adicional porque administra bien.
En el recorrido por puntos claves para la construcción del Tren Maya, López Obrador confió en que se solucionen las diferencias en una comunidad de la zona limítrofe Campeche-Quintana Roo.
“Son más de 700 kilómetros (del Tren Maya) en Campeche porque es de este lado del Golfo, pero también del lado de Quintana Roo y Guatemala, allá, en los límites de Quintana Roo, donde hay un diferendo que espero se resuelva bien”.
Explicó que hay tramos a cargo de compañías privadas y dos de responsabilidad de los ingenieros militares, quienes apenas concluyan el aeropuerto Felipe Ángeles, en marzo de 2022, se trasladarán al sureste para colaborar en esta “magna obra” de mil 500 kilómetros en el circuito de la Península de Yucatán.
Al inicio de la gira de este fin de semana, pobladores de tres comunidades cercanas a la obra, en Calkiní, Campeche, le entregaron una carta en la que exponen su temor de ser desalojados por el proyecto del tren.
El segundo tramo (de Escárcega a Calkiní) está a cargo del Grupo Carso y, al igual que lo hizo al supervisar el tercero (Halachó, Yucatán, con la compañía Indi) y cuarto (Izamal-Cancún, con la empresa ICA), el Presidente dijo que volverá en marzo, pero desde ahora dejó recomendaciones respetuosas y fraternas a los constructores para que abran más tramos y garantizar los avances.
Asimismo, el mandatario destacó el trabajo de Grupo Carso y a su presidente, Carlos Slim Helú, al igual que lo hizo con los responsables del resto de las empresas participantes.
Dijo que uno de los objetivos en la construcción del Tren Maya fue elegir empresas serias, a fin de cumplir el compromiso de su gobierno de no dejar obras inconclusas. “Debemos terminar a tiempo, es todo un desafío”, comentó.
Después se trasladó a Halachó, Yucatán, y por la tarde a Tinum, donde ratificó que el proyecto incluye también un fuerte componente de bienestar social para el pueblo, de cuidado al medio ambiente y respeto de los vestigios arqueológicos, porque sería una contradicción con los objetivos del tren no hacerlo.
Para ello se busca la compra de trenes eléctricos que no contaminen. “Si nuestro proyecto sólo se fincara en lo económico, estaría cojo; se requiere el equilibrio de progreso y justicia, economía y bienestar”.
Destacó también que el impulso al sureste será útil para fortalecer la comunicación con la costa este del vecino país del norte.
Anunció que se resolverá la falta de gas en la región y el próximo inicio de la construcción de plantas de generación eléctrica, de las cuales cuatro estarán en Yucatán, incluidas dos termoeléctricas, programadas en los municipios de Mérida y Valladolid.
Este domingo el mandatario estará en Quintana Roo para encabezar la firma de un convenio de ordenamiento territorial en la zona arqueológica de Tulum.