La traducción al español de Soul, que da título a la nueva producción de Disney Pixar, se refiere al alma. Sin embargo, esa palabra también hace referencia a un género musical, principalmente enraizado en la comunidad afroestadunidense de los años 50 a los 70, antecedente del rock & roll y presumiblemente derivado del rythm & blues.
Es partiendo de ambos conceptos, tan ausentes el uno o el otro de una definición precisa, que Pete Docter, dos veces ganador del Óscar como director y guionista de la premiada Wall·E, regresa acompañado de su coguionista Kemp Powers para hacerse cargo de uno de los trabajos más ambiciosos del estudio fundado por Ed Catmull, Alvy Ray Smith, John Lasseter y Steve Jobs.
Soul es la primera película del estudio estrenada directamente en streaming debido a las restricciones impuestas por la pandemia y se centra en la historia de Joe, un músico cuyo talento se ha llevado más tiempo del esperado en ser descubierto, a quien conocemos al borde de la frustración y el desencanto el mismo día que su sueño de pertenecer a una banda parece cumplirse, sólo para verse interrumpido por un abrupto accidente.
En una especie de limbo entre el “más allá” –al cual se niega a llegar– y un lugar conocido como “el gran antes” –donde las almas jóvenes buscan un propósito antes de ser enviadas a la Tierra–, el protagonista de esta aventura animada conoce al personaje 22, interpretado por la actriz y comediante Tina Fey, que es visto como inadaptado, cuya única curiosidad yace en aquella oportunidad que se le ha negado, viajar a lo terrenal y experimentar el mundo de los humanos.
Cimentada en conceptos tan abstractos como la pérdida, lo intangible del alma y la complejidad de las emociones, así como la curiosidad o el talento como únicos motores en sus personajes centrales, Soul logra hablar con claridad a todas las audiencias gracias a la sensibilidad del talentoso equipo detrás de ella. Por eso, para explorar sus ideas y el proceso creativo para llevarlas a cabo, platicamos con su productora Dana Murray, sus directores Kemp Powers y Pete Docter, además de Tina Fey, una de sus protagonistas.
–Hay un tema que no sólo identifiqué en Soul, sino también en Unidos, la producción anterior de Disney y Pixar; me refiero a la reflexión sobre la pérdida y cómo nuestro tiempo es limitado. ¿De qué manera sintetizan y acercan estos problemas a audiencias infantiles?
La audiencia infantil
Pete Docter: “Bueno, si soy sincero, creo que no nos preocupamos mucho por la audiencia infantil como tal. Me refiero a que no es el pensamiento inicial, aunque como muchos en Pixar somos padres, estamos conscientes de que las películas serán vistas por los más pequeños. Sin embargo, estamos convencidos de que los niños son inteligentes y saben lidiar con estos temas. Jamás los trataremos con condescendencia ni hablaremos las cosas como si el público infantil fuera tonto. Si acaso, para lograrlo nos respaldamos mucho en lo visual porque las palabras, al menos para mí, son una herramienta más difícil de usar. Se vuelve esencial llegar a una dramatización desde lo estético”.
Tina Fey: “Además, creo que son temas a los que los adultos les tememos más que los niños. Las audiencias más jóvenes tienen curiosidad. Quieren saber de dónde venimos y qué pasa cuando morimos. Con los más pequeños incluso creo que es porque sigue existiendo una conexión directa con lo que aquí llamamos El gran antes, que es esa vida espiritual previa al nacimiento, y por eso entienden de inmediato qué es lo que están viendo.”
–Los trabajos más conocidos de Pete como Up o Intensa Mente se desarrollan desde conceptos mucho más complejos que la mayoría de las películas infantiles. ¿Es fácil visualizarlas desde el guion? ¿Cómo se lleva a cabo la traslación a la pantalla de sus ideas?
Kemp Powers: “En mi caso, que coescribí el guion, recuerdo que nunca tuvimos algo concreto en papel. Antes de empezar a realizar la película teníamos muchas ideas, pero todas estaban en desorden. Más que un guion o una historia contada cronológicamente, teníamos alrededor de 50 ideas y momentos diferentes esparcidos; lo que hicimos fue rotarlas hasta que se adaptaron al arco dramático de una historia. Y no me malinterpretes con esto, porque a Pete sí le gusta tener una estructura sólida, pero, por ejemplo, cada vez que revisábamos una idea o escena solíamos preguntarnos principalmente cómo nos hacía sentir. Porque creo que las películas que ha hecho Pete realmente lo que consiguen es generar sentimientos, aunque al final se haya contado una historia; se trata más de la secuencia de sensaciones que la película te va generando, así que cuando conseguimos nuestro objetivo principal –que creo sí lo logramos esta vez– el público no sólo habrá experimentado una historia, sino también una montaña rusa de emociones. Por eso no podemos basarnos en un guion tradicional, que es la misma razón por la que no trabajamos como otros estudios, donde te encargan una idea y tres meses después entregas algo definitivo. La realidad es que muchas veces seguimos escribiendo conforme vamos animando. Es algo con vida propia.”
El alma y otros conceptos
–Pensando en estas películas como una progresión de emociones o una historia como tal, ¿en qué dirían que yace el propósito principal? ¿Cuál es ese elemento que les hace decir: “adelante, hagamos esto”?
Dana Murray: “Yo entré como productora mientras el proyecto estaba aún en desarrollo. Pete estaba trabajando en dos ideas diferentes, pero cuando escuché lo quería hacer con Soul, de inmediato levanté la mano y le pedí que me incluyera. Estas son películas que se llevan cinco o seis años de trabajo, entonces debes estar muy involucrada en el proyecto, y con esta película me emocionaba mucho colaborar también con personas como Herbie Hancock y varios líderes religiosos que nos asesoraron y con quienes exploramos conceptos como el alma. Por donde lo viera, era un proyecto que representaba retos, pero sobre todo mucho aprendizaje.”
Tina Fey: “Esta es apenas la segunda película animada en la que participo, pero me interesaba mucho trabajar con Pixar y conocer su proceso desde adentro. Han sido muy consistentes en hacer mejores películas que cualquiera, incluso comparándolos con el cine no animado. Ponen mucho más cuidado en sus historias, sus guiones y su arte en general. Tenía muchas ganas de experimentar eso desde las entrañas.”
–Sin ánimo de revelar mucho sobre la trama, y hablando de experimentar emociones, la película se centra también en cómo el personaje 22 (Tina Fey), puede experimentar lo que se siente vivir en los zapatos de Joe (Jamie Foxx). Eso me hizo pensar en el trabajo de Tina como actriz y particularmente en su época de Saturday Night Live, interpretando personas reales o incluso conociéndolas, si acaso ese ejercicio cambió la percepción sobre alguien.
Tina Fey: “Creo que es muy frecuente. Cuando piensas en alguien que sólo conoces por las noticias o que ves en la televisión, fácilmente reduces su esencia y no es hasta que realmente los conoces en persona cuando te das cuenta cómo son en realidad con todo y sus necesidades o emociones. Eso es lo que pasa con Joe y 22: ella se pone en sus zapatos y puede experimentar los pequeños placeres de la vida, esos que Joe, como muchos de nosotros, damos tantas veces por hecho.”
–Pensando que ustedes han tenido muchos puntos altos en sus carreras, ¿les pasa que, como Joe, no logran ver a la distancia esos logros?
Tina Fey: “A veces. Aunque para mí el verdadero logro es hacer las cosas en sí. Me suele ocurrir que, después de que ha pasado cierto tiempo, veo hacia atrás y reflexiono acerca de cuánto trabajamos para conseguirlo. Es hasta entonces que realmente consigo ver las cosas a la distancia, pero casi siempre encuentro la alegría durante la realización de la cosas. No me gusta esperar a después”.
Soul es la primera película de Disney y Pixar en ser lanzada directamente a través de su plataforma Disney Plus, donde será estrenada a nivel mundial el 25 de este mes.