Integrantes del Movimiento de Pueblos, Comunidades y Organizaciones Indígenas de la Ciudad de México (Mpcoi) señalaron que durante el “confinamiento forzoso por el Covid-19” y ahora nuevamente que el valle de México retornó al semáforo rojo, “muchos proyectos y programas se han quedado sin realizar o bien han sido recortados en presupuesto”.
Estimaron que la situación se agudizará, pues los recursos destinados a la Secretaría de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes (Sepi) para 2021 tienen un recorte de más de “22 millones de pesos, y no se ve cómo puede implementarse la transversalidad no habiendo un presupuesto específicamente para ello”.
El Mpcoi, que aglutina al Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT), recordó que en la Ciudad de México la población indígena asciende a más de 784 mil personas y señalaron que el presupuesto debería ser “proporcional, progresivo, digno y suficiente, pero desafortunadamente no ha sido así, tanto en el presupuesto federal como en el local hay oídos sordos”.
Detallaron que en 2019 a la Sepi le destinaron 167 millones 199 mil 983 pesos; en 2020, fueron 142 millones 496 mil 81 pesos y para 2021 serán 120 millones 962 mil 215 pesos. Indicaron que esos recortes “repercuten directamente en la operatividad de los programas”.
Agregaron que este año, por la contingencia sanitaria, “no se pudo ejercer el presupuesto inicialmente asignado y que se destinó para cubrir otros programas emergentes de apoyo a las comunidades indígenas”.
Otra exigencia de las comunidades indígenas es la vivienda, y el Instituto de Vivienda de la Ciudad de México (Invi) ha tenido ligeras alzas, pero “no contempla un porcentaje para la vivienda indígena, que es una de las principales demandas del Movimiento Indígena en la Ciudad de México”.
Por ejemplo, en 2019 el Invi tuvo poco más de 3 mil 411 millones de pesos y para este año más de 3 mil 419 millones. “Queremos dejar claro que el presupuesto asignado a la Sepi es poco o casi nulo en comparación con lo que reciben otras dependencias, que la deuda histórica continúa y que es momento de llegar a consensos y trazar rutas de trabajo incluyendo a todos los grupos, organizaciones y personas con conocimiento en temas de presupuesto indígena para ir resarciendo los agravios que hemos sufrido”.