Interrumpir megaobras significaría el fracaso de este gobierno y de la transformación, advirtió ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador, al reconocer el papel de las fuerzas armadas en la construcción de proyectos centrales para su administración, en lugar de dar contratos a empresas corruptas.
Por la tarde, mientras supervisaba la construcción del Tren Maya, en el primer tramo Palenque-Escárcega, anunció que blindará esta obra para que no pueda ser privatizada y que sea autosuficiente.
“Esté quien esté en el gobierno, que no les entre la tentación de concesionarlo y empecemos de nuevo con la política neoliberal que tanto daño causó.”
Confirmó que el tren será concluido en los plazos establecidos, con mil 500 kilómetros, “infraestructura impresionante”, de ahí mi prisa, añadió, por terminar lo más pronto posible. Si en septiembre de 2022 van a terminar (la primera etapa), entonces tenemos pues otros meses más de 2022, todo 2023 y nueve meses de 2024, para afianzar esta obra” , explicó a los constructores de una empresa de capital chino a quienes pidió seguir el ejemplo de los ingenieros militares en el aeropuerto Felipe Ángeles.
Incluso los invitó a visitar la terminal aérea, que lleva un avance de 50 por ciento y comentó que volverá a supervisar la obra férrea.
“Voy a poner las condiciones para la empresa, quién les manda a aceptar los desafíos; le seguimos, vengo en tres meses. Si en dos meses hicieron 14 kilómetros, con lluvia y en situaciones muy difíciles, ahora viene la seca, pues van a hacer el doble en tres meses”, comentó a los constructores presentes en el evento, a quienes prometió que no les faltarán los recursos.
En la mañana, en conferencia de prensa, habló de los riesgos de tomar contratos, como ocurría en el pasado, con empresas manchadas de corrupción. “Una mala decisión en contratación de obras, con compañías irresponsables, puede causar el fracaso de un gobierno pero, en este caso, no sólo del gobierno, sino de la transformación.
“Imagínense lo que dirían nuestros adversarios si nosotros no concluimos el Tren Maya, el proyecto del Istmo, no concluimos la refinería, el aeropuerto. No, por eso tenemos que apoyarnos; estaba podrido el gobierno en todo y esta relación con las contratistas estaba muy maleada. Por eso nos apoyamos en las fuerzas armadas, en este caso, en los ingenieros militares.”
Al hablar del combate a la corrupción –y a pregunta expresa de por qué apenas puso a Horacio Duarte en Aduanas– respondió que “lo importante es que, aunque sea tarde, estamos corrigiendo, rectificando”.