La obesidad causa más muertes en el mundo que las enfermedades de transmisión sexual, el tabaco y la violencia armada en su conjunto, pero, además, es uno de los principales factores de riesgo de enfermedad grave de Covid-19.
En ese contexto, la Asamblea General de Naciones Unidas declaró 2021 como el Año Internacional de las Frutas y las Verduras, con la finalidad de promover el aumento del consumo de esos grupos de alimentos, reducir el impacto medioambiental y fomentar estilos de vida más saludables.
La asamblea instó a los países a poner énfasis en fomentar dietas más saludables y ricas en frutas y verduras porque, además de favorecer una vida más saludable, fomentan prácticas más “sostenibles y amigables con la lucha contra el cambio climático”.
La Organización de Naciones Unidas y sus agencias remarcaron que “las frutas y verduras son la piedra angular de una dieta sana y variada. Proporcionan al cuerpo humano abundantes nutrientes, refuerzan el sistema inmunológico y contribuyen a reducir el riesgo de contraer muchas enfermedades”. Advirtió que no obstante esos beneficios, tales alimentos no se consumen en cantidades suficientes.
Mejor nutrición
La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sostuvo que esa conmemoración busca hacer conciencia sobre la contribución de las frutas y verduras en la mejora de la nutrición, la diversidad alimentaria y la salud, sobre su efecto en la sociedad, la economía y el medio ambiente y su contribución al desarrollo sostenible.
La ONU espera que los países desarrollen programas nacionales y regionales en favor del consumo de esos alimentos.
Además, busca que se tomen medidas para reducir la pérdida y el desperdicio de esos productos, pues son de los alimentos que más se pierden desde la producción hasta el consumo.
A escala mundial, se desarrollan estrategias nacionales para fomentar dietas saludables y reducir la ingesta de alimentos con altos niveles de grasas, azúcar, sal y calorías, que son los principales factores de riesgo de enfermedades no transmisibles, y fomentar el consumo diario de un mínimo de 400 gramos de frutas y verduras.
La producción de frutas y verduras genera niveles de ingresos comparativamente más altos en comparación con otros cultivos básicos tradicionales y ofrece un inmenso margen para aumentar los niveles de ingresos de los pequeños agricultores y los agricultores familiares.