Ereván. Miles de armenios, encabezados por el primer ministro Nikol Pachinian, desfilaron el sábado en Ereván en memoria de las víctimas del conflicto con Azerbaiyán en Nagorno Karabaj, en un contexto de tensiones exacerbadas en el país.
El desfile se celebra en momentos en que Armenia entra en tres días de duelo, para rendir homenaje a las víctimas de ese conflicto mortífero, que duró seis semanas y culminó con la firma, el 9 de noviembre, de un acuerdo de cese del fuego acarreando la derrota de Armenia.
Desde entonces, la tensión no cesa de aumentar sobre el debilitado primer ministro, al que la oposición califica de "traidor" y reclama su dimisión.
"Toda la nación ha vivido y vive una pesadilla", dijo Nikol Pashinyan en un discurso en video, antes de presidir el cortejo hacia un memorial donde las víctimas serán enterradas.
"A veces parece que todos nuestros sueños se han roto y nuestro optimismo se ha destruido", afirmó el dirigente.
Por su parte, varios críticos del primer ministro estimaron el sábado que debería mantenerse alejado del monumento.
"No debe profanar las tumbas de nuestros hijos", dijo a la prensa Missak Avetissian, que perdió a su hijo en este conflicto.
Según él, Pachinian debería ponerse "de rodillas y pedir perdón" a las víctimas.
La oposición, que llama a una huelga general a partir del 22 de diciembre para obligar a Pachinian a dimitir, organizó el sábado una contra-manifestación.
"Esta guerra podría no haber ocurrido", afirmó un exprimer ministro Vazguen Manoukian, propuesto por la oposición para sustituir a Nikol Pachinian. "La guerra ha terminado, pero seguimos perdiendo todos los días", resume, culpando especialmente al primer ministro de la pérdida para Armenia de "todos sus aliados".
Este hombre debe marcharse
"Su puesto es más importante para él que nuestra patria, y este hombre debe marcharse", comentó Ichkhan Saghatelian, uno de los dirigentes del partido de oposición Dachnaktsoutioun.
Nikol Pashinyan llegó al poder al cabo de una revolución pacífica en 2018, que vio en él el posible reemplazo de las corruptas élites postsoviéticas.
Pero tras la derrota de las fuerzas armenias frente al ejército azerbaiyano en Nagorno Karabaj, está siendo muy criticado.
Más de 5.000 personas, incluyendo civiles, murieron en los dos países exsoviéticos en los enfrentamientos que estallaron a finales de septiembre en este enclave, de mayoría armenia, en Azerbaiyán.
El 9 de noviembre se firmó un acuerdo de paz, humillante para Armenia, que consagra la victoria de Azerbaiyán en importantes territorios.
Desde entonces, la oposición se manifiesta casi a diario para exigir la dimisión del primer ministro.
Por su parte, Nikol Pachinian, cuyo hijo de 20 años se alistó en el frente y cuya mujer siguió un entrenamiento militar, se niega a abandonar el poder y defendió en varias ocasiones su decisión de aceptar este acuerdo, afirmando que era la única opción y que había sido reclamada por el ejército.
En virtud de este acuerdo, auspiciado por Moscú, Rusia desplegó unos 2.000 soldados de mantenimiento de la paz en Karabaj.
Un miembro del equipo ruso de desminado murió esta semana por una explosión.