Desabasto de tanques y concentradores de oxígeno, así como largas filas para poder recargarlos –servicio que algunos establecimientos condicionan a la mitad ante la escasez–, son situaciones que enfrentan familiares de pacientes con Covid-19 o alguna otra enfermedad en los comercios dedicados a la venta de artículos y equipo médico que ayudan a respirar, ubicados en las inmediaciones del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), en el Hospital General de México y el Centro Médico Nacional Siglo XXI.
En un recorrido por esas zonas, los expendedores mencionaron que los tanques de oxígeno con capacidad de mil 700 litros y tres mil 500 litros están agotados desde hace varios días y no hay una fecha próxima para que sean puestos en venta, cuyos costos en promedio son 13 mil 900 pesos y 15 mil 900, respectivamente.
Al mismo tiempo, un establecimiento ubicado a unos 90 metros del INER, y que es de reciente apertura ante la demanda de ese material, ofrece a la gente la renta de tanques de 680 litros por 650 pesos mensuales, previo depósito de 4 mil pesos.
Las personas pueden recuperar esta cantidad cinco días después de que devuelvan el tanque, que incluye unas puntas nasales, vaso, agua destilada y carrito para su fácil traslado.
Al mediodía un joven estaba formado afuera del local para entregar uno, luego de que su padre librara la enfermedad tras ser internado en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, y que sólo rentó por un mes.
Sin embargo, la situación de una mujer fue distinta. En su caso ayer tuvo que comprar otro tanque de 680 litros en 4 mil 400 pesos, porque el que tenía en su domicilio resultó insuficiente para su papá.
El joven comentó que en su caso duraba un máximo de tres horas y media con uso continuo, al ser utilizado en un nivel menor al de dos litros por minuto.
El despachador del negocio alerta a las cuatro personas que preguntaban por precios que por el momento sólo realiza recargas de tanques de 680 litros a la mitad, con un costo de 90 pesos, ante el desabasto, ya que la empresa Infra no había pasado a cargarlos, tras referir que es la encargada del suministro en el IMSS.
La escena se repite en otro establecimiento, ubicado en la esquina de Huipulco y Tlalpan, donde hay una veintena de personas formadas con sana distancia en espera de que las atiendan para llenar hasta dos tanques, porque uno no es suficiente para su paciente. Aquí no se condiciona el servicio.
Sin embargo, desde la puerta el despachador informa a quienes se presentan que es un establecimiento abierto las 24 horas, pero la recarga de oxígeno del tanque de 680 litros cuesta 120 pesos, pero que por el servicio nocturno –de las ocho de la noche hasta antes de las ocho de la mañana– el precio aumenta a 200.
En la avenida Cuauhtémoc, cerca del Centro Médico Nacional Siglo XXI, los comerciantes tampoco tienen a la venta tanques y están en espera de que sólo llegue “el estándar”, de 680 litros, cuyo costo es de 4 mil 323 pesos, pero ayer se vendió el último y las recargas cuestan 160 pesos.
Mientras, los concentradores de oxígeno oscilan entre 26 mil y 31 mil pesos, pero los vendedores advierten: no se pueden llevar en el vehículo, además de que el máximo que abastecen al paciente son cinco litros por minuto, y en caso de que haya algún corte de energía eléctrica en el domicilio, el paciente se quedaría desconectado.
En la calle Francisco Carral, colonia Doctores, cerca del Hospital General de México, el vendedor coincide en que sólo tiene a la venta el tanque de 680 litros a 3 mil 897 pesos y cuenta con un concentrador, pero advirtió que sólo le quedaban dos.