La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, señaló que la Cédula Única de Identidad Digital es la piedra angular para garantizar los derechos humanos al agilizar y facilitar trámites.
“Para el gobierno de la Cuarta Transformación un eje rector es el bienestar de la población”, dijo días después de anunciar que la Secretaría de Hacienda gestiona un préstamo con el Banco Mundial para concretar ese proyecto.
Al presidir la sesión de la Comisión Intersecretarial para la Adopción y Uso de la Clave Única de Registro de Población (CURP), destacó que la identidad es un derecho social, garantizarla y protegerla es una obligación del Estado.
Gobernación promoverá las condiciones que permitan adaptarse a la modernidad de las nuevas tecnologías para asegurar el acceso universal al derecho a la identidad a través de agilizar y facilitar los trámites, aseguró.
Mencionó el trabajo para consolidar la CURP como la clave única de identificación en México, “hacerla piedra angular del registro de la identidad biométrica será sin duda el cimiento para transitar de forma contundente a la Cédula Única de Identidad Digital”.
Durante la emergencia sanitaria ha sido fundamental asegurar las condiciones necesarias para que la población mexicana ejerza sus derechos y continúe utilizando los servicios y programas sociales, particularmente de salud pública.
“Es una clave universal, incluyente y útil para toda la población mexicana. Nuestra clave se usa en 96 por ciento de los trámites de la Administración Pública Federal, y diariamente se realizan más de 4 millones de consultas a la base de datos de este documento, señaló.
Más tarde, en otro evento, Sánchez Cordero dijo que la época de privilegios ya terminó y hoy luchamos por la igualdad y la inclusión.
La funcionaria participó en un encuentro virtual donde la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable presentó el informe diagnóstico de política nacional de prevención, atención y sanción de la violencia contra las mujeres en México. Subrayó que este gobierno asume el compromiso de ser “disruptivos y revolucionarios” para cambiar las situaciones inaceptables de desigualdad.