En el borrador de Plataforma Electoral 2015, PE15, (desechado por AMLO), Morena plantea a la nación los siguientes principios, compromisos y lineamientos para revitalizar el campo: 1) Reconocer el aporte de pequeños y medianos productores y jornaleros agrícolas, quienes producen comida y vestido; cosechan aire puro, agua limpia, tierra fértil y diversidad biológica; generan cultura: lenguajes, vestimentas, saberes y decires; tienen compromisos económicos, sociales, ambientales y culturales con sus pueblos, su país y sus regiones. Pero para cumplirlos necesitan condiciones adecuadas que hoy no existen. 2) Salvar al campo para salvar a México. Establecer un modelo de desarrollo nuevo e incluyente que rescate al campo y a los campesinos es una exigencia de futuro para el país. 3) Un nuevo pacto entre el México urbano y el México rural que establezca una relación simétrica entre los mexicanos del campo y los urbanos. 4) Hacia una nueva reforma agraria. La tierra no es una mercancía. La tierra con todos sus atributos, superficiales y profundos, es lo que hace posible el trabajo productivo. Ante todo, la tierra es raíz, vida, cultura. El suelo, el agua, los bosques, la biodiversidad y los saberes agrícolas, la medicina tradicional y la cultura indígena son bienes colectivos, patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad presente y futura. La reforma agraria del milenio no sólo reivindica parcelas para los campesinos, sino también el derecho al usufructo sostenible de recursos naturales y el reconocimiento de sus territorios. 5) Por la defensa y reactivación del mercado interno. Ante el fracaso del modelo agroexportador y maquilador, es necesario atender también los mercados locales, regionales y nacional, y reactivar e integrar las cadenas productivas, donde la producción se vuelve mercado de la producción. El mercado agropecuario mundial, controlado por trasnacionales, es asimétrico, no es ‘libre comercio’; tenemos que proteger a nuestros productores y consumidores de este comercio desleal y abusivo.6) Recuperar la soberanía y la seguridad alimentaria. Un pueblo que no tiene asegurada su alimentación es un pueblo sometido. Por ello, con sus tratados de libre comercio, exportaciones a precios dumping y programas de ‘ayuda alimentaria’, los países poderosos y sus trasnacionales desmantelaron la agricultura de los países débiles. Los alimentos se transformaron en arma de los imperios y pusieron de rodillas a naciones. Por eso luchamos por la soberanía alimentaria, entendida como derecho de los pueblos a definir sus propias políticas y estrategias de producción, distribución y consumo de alimentos. 7) Rechazo a la introducción y uso de organismos genéticamente modificados (transgénicos). Los rechazamos por sus impactos en nuestras reservas biológicas y en la salud de los consumidores y porque refuerzan la dependencia de los agricultores respecto de las trasnacionales productoras de semillas y agroquímicos. Como pueblo de maíz nos agravia la contaminación de los maíces nativos con transgénicos.
8) Restablecer la seguridad y soberanía en el empleo. Para frenar el éxodo es necesario que el gobierno desarrolle políticas de fomento económico comprometidas con el empleo. Para contener el éxodo rural hay que impulsar una agricultura familiar y asociativa intensiva en trabajo. 9) Por los derechos del que migra y por el derecho a no migrar. La emigración al exterior forzada por la miseria es un cáncer que deberá ser erradicado antes de que nos destruya como nación. Entretanto, debemos reivindicar los derechos humanos y laborales de los migrantes hoy sistemáticamente violados. Es necesario defender los derechos de los asalariados estacionales, en el país o en el extranjero, que son el sector más pobre y desamparado de nuestra muy pobre y desamparada población rural.10) Defender y apoyar una economía rural popular y solidaria. La economía popular es el modo en que los productores por cuenta propia y los consumidores pobres, se organizan de manera autogestiva para sobrevivir en el mundo deshumanizado del capitalismo, prefigurando el orden justo y solidario por el que luchamos. Defender y apoyar la economía popular es defender el presente y el futuro del país. En particular, debe impulsarse la integración horizontal entre productores diversos y consumidores locales y la integración vertical en cadenas productivas, operadas por empresas asociativas.
11) Contra la privatización de la vida. La diversidad biológica, pródiga en México, es una de nuestras principales herencias y patrimonios. Preservarla, restaurarla y aprovecharla productivamente, es responsabilidad de todos. Morena impulsará la legislación requerida. Rechazamos la privatización de códigos genéticos, saberes comunitarios y del agua dulce, recurso cada vez más contaminado y escaso que es base de todas las formas de vida. 12) Por una producción agropecuaria y forestal ambientalmente sostenible. México está al borde de una enorme crisis ambiental. El modelo de urbanización-industrialización capitalista es culpable. Pero también lo es una estrategia agrícola capitalista depredadora que dañó severamente tierra, agua, aire, flora y fauna; una tecnología intensiva en el uso de agroquímicos, que envenena la tierra, el aire, el agua, al trabajador y al consumidor. Urge restaurar una economía agrícola sustentable capaz de aprovechar sin destruir. 13) Por los derechos de la mujer campesina. Defendemos los derechos humanos universales de las mujeres del campo que son negados continuamente por la sociedad nacional y por las propias comunidades, las organizaciones sociales y la familia. Lucharemos por un cambio profundo a este respecto. 14) Restablecer la esperanza en el campo y recuperar a los jóvenes. La necrosis del tejido social es el saldo más doloroso de la crisis rural. La migración compulsiva, las estrategias de sobrevivencia delincuenciales, la agudización de los conflictos, el descreimiento en las instituciones, la ingobernabilidad, son procesos perversos que no remitirán mientras el campo siga siendo cárcel y condena para las nuevas generaciones. Hay que restaurar la economía, la naturaleza y la esperanza, pues sin sangre nueva el campo no tiene futuro. 15) Revitalizar nuestra cultura y nuestra identidad. Proponemos restaurar la vitalidad socioeconómica del campo como sustento de su vitalidad cultural. Proponemos un México moderno, plural y abierto al mundo, pero que sea también indígena y campesino.
Después de este texto, la PE15 propone una serie de acciones estratégicas para el campo, pero se me ha acabado el espacio. La PE15 se encuentra en: https://bit.ly/3j2cG6S/ ¿Quieres participar en la construcción del programa político para la izquierda? Escríbeme. Los dos próximos viernes (25 de diciembre y 1° de enero) La Jornada no se publicará por ser días de descanso obligatorio. Economía Moral volverá el 8 de enero. Deseo un 2021 feliz, sin Covid-19, a mis lectores.