El Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar (Sinactraho) manifestó su rechazo al acuerdo dado a conocer por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) que integró a este sector de la población a la lista de salarios mínimos profesionales con un incremento de 25 por ciento respecto al vigente, llegando a los 154.03 pesos.
En un pronunciamiento, señaló que esta decisión “no tomó en cuenta a las particularidades de nuestro trabajo”, no fueron analizadas sus necesidades económicas ni tomados en cuenta sus derechos laborales. “Por el contrario, hay un riesgo alto de afectación a los salarios existentes”.
Indicó que para la fijación del salario mínimo profesional se debe tomar en cuenta “el costo de vida de la personas trabajadoras y nuestras familias, teniendo como referente las líneas de pobreza por ingresos (el valor de la canasta alimentaria y no alimentaria), y no simplemente tomar el salario mínimo existente y sobre ese fijar un ‘aumento’ sin razonar de manera detallada las necesidades económicas del sector que representamos”.
El Sinactraho destacó que además de dichos elementos, el artículo 3 del Convenio 131 de la Organización Internacional de Trabajadores (OIT), sobre la fijación de salario mínimo, el cual fue ratificado por México, establece que se considere el costo de las prestaciones de seguridad social y del nivel de vida relativo de otros grupos sociales.
En este sentido, el sindicato expuso que “fijar el salario mínimo profesional sin considerar estos parámetros, sin establecer el diálogo directo con los representantes de empleadores y de trabajadores existentes se convierte en una decisión unilateral lejana a la opinión de los y las trabajadoras del hogar”.
Resaltó que la fijación del salario mínimo profesional para el trabajo del hogar “debe formar parte de una política integral del gobierno mexicano en favor de grupos históricamente discriminados como es el caso nuestro, ya que hemos quedado rezagadas en el ejercicio de nuestros derechos laborales”.