La Alianza México Sin Plástico, Greenpeace México y el Frente de Comunidades en Contra de la Incineración, entre otras agrupaciones, manifestaron su indignación debido a que el martes pasado se votó en la Cámara de Diputados a favor del dictamen que reforma la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, en materia de coprocesamiento, “sin importar que causa graves afectaciones ambientales y a la salud de las personas”.
En un pronunciamiento, señalaron que ello “obedece a la necesidad que tiene Estados Unidos de enviar sus plásticos a quemar a otros países, como el nuestro, para simular su reciclaje”.
Indicaron que a pesar de que no estaba en el orden del día y sin previa discusión en la Comisión de Medio Ambiente, se aprobó directamente en el pleno “el documento que incluye el coprocesamiento como método distinto a la incineración, beneficiando económicamente y otorgando a las cementeras el control total de la gestión de los residuos municipales”.
Indicaron que la iniciativa fue impulsada por los diputados de Morena y la industria. “A pesar de que la sociedad civil y los expertos en residuos buscamos espacios para alertar a los asambleístas, nos fueron negados, no fuimos escuchados, dejando muy claro que decidieron servir a intereses particulares y no al bien común”, señaló Ornela Garelli, especialista en consumo responsable y cambio climático de Greenpeace México.
“Todo parece indicar que estos movimientos legislativos en lo oscurito, a favor de la industria cementera, que pisotean nuestros derechos humanos y violan el espíritu de los convenios internacionales firmados por México, que protegen la salud y el ambiente, obedecen a la necesidad que tiene Estados Unidos”, práctica “además respaldada por el presidente de México”, dijo Marisa Jacott, directora de Fronteras Comunes.