Washington. Un panel asesor gubernamental respaldó el jueves una segunda vacuna contra el Covid-19, allanando el camino para que sea añadida a la campaña de inoculación en Estados Unidos.
Se prevé que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) siga la recomendación para la vacuna de Moderna y los Institutos Nacionales de Salud. Los asesores de la FDA, en una votación de 20 a favor y cero en contra, coincidieron en que los beneficios que proporciona la vacuna son mayores que los riesgos para los mayores de 18 años.
Se espera que la FDA dé la luz verde pronto para su uso de emergencia. Entonces Moderna comenzaría a enviar millones de dosis, destinadas a trabajadores de la salud y residentes de hogares de ancianos, con el fin de apoyar el esfuerzo de vacunación más grande en la historia de Estados Unidos.
La campaña comenzó esta semana con la primera vacuna aprobada en el país, desarrollada por Pfizer y BioNTech. La inoculación de Moderna mostró una protección igualmente fuerte, de hasta 94 por ciento, contra el Covid-19 en el estudio en curso de la compañía entre 30 mil personas.
Después de siete horas de debate sobre los detalles técnicos del estudio de la compañía y los planes de seguimiento, casi todos los panelistas respaldaron que la vacuna esté disponible para ayudar a combatir la pandemia. Un miembro del panel se abstuvo.
“La evidencia que se ha estudiado con gran detalle sobre esta vacuna supera con creces cualquiera de los problemas que hemos visto”, dijo la doctora Hayley Gans del Centro Médico de la Universidad de Stanford.
Se necesita con urgencia una segunda vacuna, ya que las infecciones por coronavirus, las hospitalizaciones y las muertes están alcanzando nuevos niveles máximos. Estados Unidos es el país que tiene las cifras más elevadas del mundo, con más de 1,6 millones de casos confirmados y casi 309 mil muertes.
La vacuna de Moderna utiliza la misma tecnología innovadora que la de Pfizer-BioNTech. La mayoría de las inoculaciones tradicionales usan virus muertos o debilitados, pero las dos vacunas nuevas utilizan fragmentos del código genético del Covid-19 para entrenar al sistema inmunológico a detectar y combatir el coronavirus. Ambas requieren dos dosis, con varias semanas de diferencia.
Hace unos días se informó de aparentes reacciones alérgicas a la vacuna de Pfizer-BioNTech en dos trabajadores de salud de Alaska. Una persona tuvo una reacción grave, que incluyó dificultad para respirar, y la otra sufrió efectos secundarios menos graves, como mareos.
La FDA no encontró reacciones alérgicas graves en los datos de Moderna, pero sí hizo notar que hubo una tasa ligeramente mayor de efectos secundarios menos graves —sarpullido, urticaria, picazón— entre los participantes que recibieron la vacuna, en comparación con los que recibieron un placebo.
Se necesitarán cientos de millones de vacunas adicionales para inocular a la larga al público en general, lo que no se prevé ocurra antes de la primavera o el verano. El programa Operación Velocidad Warp del gobierno solicitó 200 millones de dosis de la vacuna de Moderna, lo cual se suma a las 100 millones de dosis de la de Pfizer-BioNTech. Los funcionarios están negociando la compra de más dosis de esa vacuna.