La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) advirtió que no existen condiciones de competencia en la red de pagos con tarjeta en México debido a la probable existencia de barreras que generan costos y requisitos a la entrada de nuevos participantes.
En un dictamen preliminar el organismo explicó que los sistemas de pagos con tarjeta permiten la transferencia de dinero entre tarjetahabientes y comercios para la compra de bienes y servicios.
Clientes y comercios requieren conectarse a una red de pagos con tarjeta en la que se procese la transacción. Para ello, el que compra necesita una tarjeta proporcionada por un banco emisor que le permita disponer de recursos, a su vez el comercio necesita un banco que le dé acceso a la red y a la tecnología para aceptar las tarjetas como una forma de pago.
La Cofece resaltó que en esta red participan bancos que emiten las tarjetas y/o afilian comercios, los titulares de marca de la tarjeta (por ejemplo, Visa y MasterCard) y las cámaras de compensación que procesan la transacción, que en México son dos, E-Global y Prosa.
“La falta de condiciones de competencia en los servicios que ofrece esta red afecta a los consumidores y a los comercios, frenando la bancarización y la inclusión financiera”, destacó el organismo antimonopolios.
Los principales hallazgos de la Cofece son la existencia de una sola red de pagos con tarjeta que aplica reglas que imposibilitan la coexistencia de otras con menores cuotas, mejores servicios y mayor seguridad en las transacciones.
Además de la existencia de requisitos anticompetitivos, que incrementan los costos de entrada de nuevos participantes en la red de pagos existente o en una nueva.
También está el hecho de que ocho bancos son copropietarios de las cámaras de compensación que se encargan de procesar las operaciones en la red de pagos, lo que según la Cofece, les permite contar con información que otros bancos no tienen e instrumentar esquemas comerciales que les dan ventajas respecto a sus competidores.
Lo anterior, dijo el organismo, se traduce en varios efectos anticompetitivos, como por ejemplo, falta de inversión, que provoca que algunos de los estándares tecnológicos que permiten reducir significativamente los niveles de fraude en tarjetas llevan más de 15 años sin poder implementarse totalmente en México.
Además de sobreprecios en las transacciones que se realizan en la red de pagos. “La cuota elevada que cobran los bancos a los comercios por recibir un pago con tarjeta genera que pocos comercios estén interesados en recibir pagos por este medio, ya que deben asumir ese costo”.
Para eliminar las barreras, la Cofece propone desincorporar el 51 por ciento de las acciones de las cámaras de compensación (E-Global y Prosa), hoy propiedad de algunos bancos, además de recomendar al Banco de México y a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores que eliminen los obstáculos regulatorios detectados, y a la vez emitan regulación que asegure la competencia.