Desde hace más de 30 años, La Castañeda se dedica a hacer música, giras y presentaciones. Con sus canciones ha logrado estrechar lazos con el público, “que nos ha hecho parte de sus vidas, ha cantado con nosotros y lleva la música de La Castañeda, no nada más cuando tocamos, sino también ha sido parte de la banda sonora de sus vidas”, describe el guitarrista de la banda, Oswaldo de León.
Hablar de tres décadas implica también que varias generaciones han tenido la oportunidad de escuchar el trabajo de la agrupación. Jóvenes de diversas épocas han demostrado interés por una banda que empezó su carrera grabando en acetatos.
“La gente recurre mucho a lo retro, y nosotros somos parte de los dos mundos. Desde allá hasta acá, utilizamos todas las herramientas que nos brinda la nueva era. Nos sentimos parte de todo”, afirma De León en entrevista.
De acuerdo con él, “lo único que sucede es que hemos visto pasar todos los formatos, así como modas musicales como lo que son, modas”.
Mantenerse como una de las bandas mexicanas más longevas de la actualidad ha requerido una sana convivencia entre sus integrantes. “Hay los problemas de cualquier matrimonio, porque en 30 años seguramente hemos estado más tiempo juntos que con nuestras familias. Entonces, por principio de cuentas, hay entender eso, entendernos entre nosotros, tener el propósito de seguir desarrollando este concepto, esta banda”, explica el guitarrista.
Parte de un todo
Otra parte importante han sido las muestras de cariño de sus seguidores; su público les ha hecho saber lo que significa la música de La Castañeda, “y todo eso nos hace sentirnos no tan importantes, sino que somos parte de un todo. Ya no somos La Castañeda, sino parte de La Castañeda, porque tomamos en cuenta todos esos aspectos”.
La aceptación de la banda se debe también, en parte, al empeño que la agrupación pone en sus conciertos. Para ellos es importante que sus presentaciones sean de “un desplazamiento rico, que tenga que ver con otras disciplinas artísticas”, explica el guitarrista.
Debido a la interrupción de sus conciertos este año, por la pandemia, como parte de un ejercicio de aniversario, decidieron revisar algunos materiales de otras épocas que tenían grabados. Encontraron conciertos en el Pepsi Center, el Teatro Blanquita y hasta en Nueva York.
Reticentes al formato de streaming por considerarlo “frío”, se centraron en dichas grabaciones con la perspectiva de revivir algunas de las canciones que tocan con menos frecuencia en sus presentaciones, también con la idea de diferenciarlas del material que lanzaron por sus 25 años. El Ángel de las Sombras, Llamando a Dios y Nancy Llaga fueron algunos temas elegidos para formar parte de su disco XXX años de locura.
Reúne momentos de otros aniversarios en diversos recintos, lo que por las condiciones en que se ha desarrollado el año actual, ha contribuido a detonar la reflexión entre la banda. Por eso, el álbum incluye también el testimonio de cada integrante de La Castañeda.
Oswaldo de León, quien se encargó de mezclar y masterizar dichas grabaciones, explicó que la idea era hablar desde la intimidad propia. Los testimonios de sus compañeros sorprendieron al guitarrista y musicalizó aquellos pensamientos con melodías que cada músico compuso individualmente. El resultado fue que logró captar la personalidad de cada uno.
El disco XXX años de locura tiene también la intención de que el público que estuvo en esos conciertos pueda revivir las vivencias. La agrupación tiene la intención de grabar un nuevo álbum el próximo año.