El mundo celebró ayer el nacimiento hace 250 años de Ludwig van Beethoven. Su figura mítica goza de máxima popularidad a pesar del tiempo, al igual que su música de poderosa fuerza, profunda melancolía y símbolo de esperanza para el mundo.
Desde su ciudad natal, en Bonn, Alemania, se expande el eco de los honores al compositor alemán preparados por orquestas del mundo. Conciertos con los mejores intérpretes del orbe se sintonizan con infinidad de palabras de quienes han sido conmovidos por su música, dibujos y videos caseros en la construcción de una felicitación masiva.
Aunque no hay registro de su nacimiento, fue bautizado el 17 de diciembre de 1770, según su acta de bautismo, por lo que se cree que nació un día antes.
“Se ha vuelto demasiado popular, consagrado como un icono”, afirmó Jan Sawfford, autor de la biografía Beethoven: tormento y triunfo, publicada en español por Acantilado. En más de mil 500 páginas indaga sobre “el genio romántico, hombre atormentado y fascinante capaz de componer las piezas más sublimes, quien vivió su tiempo con extraordinaria intensidad”.
El académico estadunidense participó en el más reciente programa de radio All songs considered, donde señaló que el músico alemán se ha convertido en un modelo de tristeza y pasión. El programa de la cadena NPR, dedicado usualmente a la música indie y rock, de manera singular se unió a las conmemoraciones del género orquestal.
En Alemania, el pianista y director Daniel Barenboim consideró que el genio de Bonn “imaginó el futuro”, y tuvo en sus oídos un piano que no existía en su tiempo y lo trató como si fuera una orquesta. “Los grandes compositores con frecuencia se adelantan al desarrollo del instrumento”, fue parte de una charla que compartió en YouTube. Y hoy ofrecerá un concierto con la orquesta que fundó, la West-Eastern Divan Orchestra, en la Ópera de Bonn, que se transmitirá por radio, televisión y por Internet.
“Beethoven nos puede llevar de la más profunda desesperación al lugar más exaltado”, fueron las palabras del chelista Yo-Yo Ma, quien publicó un video en el que hizo una jornada con la interpretación de todas las sonatas para el instrumento de cuerdas.
El compositor Max Richter estrenó ayer su obra Opus 2020, “un diálogo creativo” que conmemora el aniversario y se inspira en la obra que hizo Stockhausen en 1970. El estreno mundial se transmitió ayer como parte de la noche de celebración dedicada al compositor en su casa natal con la orquesta de Bonn; el disco está disponible a partir de hoy en plataformas digitales.
El pianista mexicano Alejandro González Gerwing, de 13 años, abrió esta gala organizada por la Beethoven-Haus Bonn con una selección de artistas, incluido el violinista Daniel Hope y una orquesta de adolescentes.
Y en este lugar donde nació el compositor hace 250 años se lanzó la convocatoria para enviar mensajes desde cualquier parte del mundo y se han publicado textos desde China, Austria y Brasil en la página:
“Que el mundo tenga razones para cantar el Himno a la alegría, con gratitud por tu excepcional música, honestidad, coraje y espíritu independiente”, decía uno desde Estados Unidos. Jarod Barker escribió: “mi querido Ludwig, con tu música en mis oídos quiero creer en la humanidad. Tus composiciones son una fuente constante de esperanza”. En redes sociales, con la etiqueta #Beethoven250, se han multiplicado videos con música, mensajes e imágenes celebrando al gran genio de Bonn, que ha traspasado las barreras del tiempo.
“Pandemias vienen y van, así como dictadores y presidentes, pero Beethoven permanecerá con nosotros mientras la humanidad exista”, escribió el pianista y compositor ruso Evgeny Kissin.