Aunque existen 17 carpetas de investigación en su contra por desvío de recursos y que testigos colaboradores han señalado la existencia de una red de corrupción en las secretarías de Desarrollo Social (Sedesol) y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), que operó de 2012 a 2018, el ex oficial mayor de ambas instituciones, Emilio Zebadúa González, sólo ha acudido a declarar como testigo en la indagatoria que sigue la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido).
Funcionarios federales indicaron que Zebadúa solamente ha señalado a su ex jefa, Rosario Robles, y 10 ex funcionarios y representantes de empresas, como los implicados en parte de la llamada estafa maestra, en tanto que sigue negociando un acuerdo que le permita imputar a ex funcionarios de la administración de Enrique Peña Nieto como responsables del desvío de más de 5 mil millones de pesos, y de haber firmado acuerdos con empresas fachada para trasladar recursos públicos a cuentas personales y también para el financiamiento de campañas políticas en 2015 y 2018.
Las fuentes consultadas refirieron que Emilio Zebadúa “a través de sus abogados” ha sostenido negociaciones con la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delitos Federales, ya que es la que integra las carpetas de investigación en su contra y que desahoga lo relacionado con la estafa maestra, aunque no se ha dado respuesta concreta a su petición de ser considerado beneficiario del llamado criterio de oportunidad, lo que le permitiría no estar en prisión en caso de que se le impute algún delito y de ser así tener penalidades disminuidas.
El pasado 19 de octubre, Zebadúa compareció ante el Ministerio Público Federal adscrito a la Fiscalía Especial para el Combate a la Corrupción, donde compareció y responsabilizó a Rosario Robles de haber cometido delitos relacionados con la estafa maestra y en el que solicitó ser beneficiario del criterio de oportunidad a cambio de entregar información a la Fiscalía General de la República.