Madrid. El todavía presidente de Altos Hornos de México (AHMSA), Alonso Ancira, se encuentra recluido en la cárcel de Palma de Mallorca a la espera de que el gobierno español ejecute la orden de extradición en su contra. El empresario mexicano perdió todos los recursos legales permitidos después de que la Audiencia Nacional autorizó su extradición, en mayo pasado, con lo que, una vez agotados todos los plazos legales, sólo está pendiente de que el consejo de ministros dé luz verde a su extradición, que será a partir de la próxima semana, según informaron fuentes del Ejecutivo.
Ancira se encuentra en España desde su detención en mayo de 2019, cuando fue localizado por agentes de Interpol en Palma de Mallorca después de fugarse de México tras el inicio de unas investigaciones judiciales en su contra. Tras ser localizado fue encarcelado durante unos meses, hasta que pagó una fianza de un millón de dólares para que le fuera otorgada la libertad condicional mientras se resolvía su proceso. Así estuvo hasta el pasado 9 de noviembre, cuando, tras perder el último recurso de apelación posible para impedir su extradición, la justicia española decidió recluirlo de nuevo hasta que se llevara a cabo la entrega al Estado mexicano por las graves acusaciones en su contra. Y así ha estado hasta ahora, en la misma prisión de Palma de Mallorca en la que estuvo en mayo, junio y parte de julio de 2019, y en la que se quejaban continuamente “del menú” de alimentación que tenían los presos.
Su extradición, que se llevará a cabo en las próximas semanas de forma inminente, sólo está pendiente de su aprobación en el consejo de ministros, que, en el marco de una orden de extradición, es un mero formalismo burocrático al tratarse de una orden judicial en firme con un país con el que hay firmado un tratado bilateral de extradición, pero que resulta imprescindible ya que para ejecutar la entrega se tienen que coordinar varios ministerios (Relaciones Exteriores, Justicia e Interior). En el consejo de ministros de este martes finalmente el asunto “no entró”, como ya ocurrió en los de las últimas semanas, en los que por cuestiones de agenda o de que todavía no está listo el operativo del traslado no se ha podido firmar la extradición para su ejecución. Pero su entrega a México es inminente y se hará efectiva en las próximas semanas, según confirmaron las mismas fuentes del gobierno a La Jornada.