Nueva York. El líder del Senado y otros políticos republicanos de alto rango, junto con los últimos mandatarios extranjeros que faltaban, se sumaron ayer al elenco casi completo de la cúpula política de Estados Unidos y del mundo en reconocer a Joe Biden como presidente electo, con excepción del perdedor.
Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana del Senado y la figura más poderosa de ese partido en Washington después del presidente, por primera vez reconoció ayer el triunfo de Biden. “Nuestro país tiene oficialmente un presidente electo y una vicepresidenta electa… Hoy deseo felicitar al presidente electo Joe Biden”.
Otros ya lo habían hecho, pero ahora con la bendición de McCo-nnell muchos republicanos más se sumaron a la realidad de que Trump fue derrotado. Casi de inmediato, el poder del presidente, por lo menos dentro de Washington, se empezó a desinflar, aunque el liderazgo republicano aún procederá con cautela ya que falta más de un mes antes de que el magnate se vuelva ex presidente.
Por su parte, Biden reveló este martes que sostuvo una conversación con McConnell –la primera vez que se sabe de un intercambio directo entre los dos desde la elección– y anunció que se reunirán próximamente. Vale señalar que ambos estuvieron en el Senado durante años y trabajaron juntos cuando Biden era vicepresidente de Barack Obama y McConnell era el líder del Senado; ambos han repetido que se consideran “amigos”.
El presidente electo continuó nombrando a integrantes que desea instalar en su gabinete –los cuales tienen que ser ratificados por el Senado– o en los más altos niveles de su gobierno. Ayer anunció que nominará a su ex contrincante por la candidatura demócrata, Pete Buttigieg, como secretario de Transporte. El ex alcalde de South Bend, Indiana, fue el primer candidato presidencial abiertamente gay en la historia del país, y si es ratificado, será el primer integrante abiertamente gay de un gabinete.
Además, su equipo de transición filtró que Biden nominará a Jennifer Granholm, ex gobernadora de Michigan, secretaria de Energía, reportó Politico.
Biden realizó un viaje relámpago a Georgia para participar en un mitin electoral en apoyo a los dos candidatos demócratas al Senado federal por ese estado, cuya elección en segunda vuelta por esos escaños se realizará el 6 de enero. El control del Senado está en juego en esa elección, y por lo tanto se ha vuelto una contienda con implicaciones nacionales.
Mientras tanto, Trump continuó con sus declaraciones falsas sobre irregularidades electorales que insiste le “robaron” el triunfo; ayer se enfocó en “problemas tremendos” con las máquinas empleadas para registrar los votos.
Su vocera, Kayleigh McEnany, rehusó reconocer el triunfo de Biden y señaló que el presidente “aún está involucrado en litigios relacionados con la elección”, agregando que el voto del Colegio Electoral es sólo “un paso” en el proceso constitucional.
Algunos de los seguidores más fanáticos de Trump no sólo siguen rechazando el resultado electoral, sino que insisten en sugerir medidas poco democráticas para mantener en el poder a su líder. La senadora estatal y candidata gubernamental Amanda Chase, en Virginia, sugirió que “Trump debería de declarar ley marcial” para evitar ser botado de la Casa Blanca.