México se ha convertido en el epicentro exploratorio petrolero a nivel global este año, pese a que esa industria vive momentos complicados, con recortes de presupuesto, demoras operativas y diferimientos de inversión, aseguró la firma de consultoría energética Welligence.
Según la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (Amexhi), al 7 de diciembre, en México se habían perforado 19 pozos este año frente a 17 en 2019. Por región, sólo Estados Unidos se acerca con 17 pozos y Guyana queda en un distante tercer lugar con 6. Le siguen Brasil y Surinam, con 5 cada uno; Trinidad Tobago, Bahamas y Perú, con un pozo, respectivamente.
Los informes revelan que del total de los pozos exploratorios 70 por ciento fueron perforados por petroleras privadas con contratos derivados de la reforma energética y 30 por ciento por Pemex.
Dentro del sector, la exploración es vulnerable a los vaivenes del precio del barril, debido a la incertidumbre que la rodea como una apuesta incierta con gran potencial, pero también con gran riesgo.
El estudio destacó que gracias a la confianza del sector privado es que México se volvió epicentro exploratorio en 2020 a nivel global.
Este hito es digno de recalcar, ya que pocos tienen la voluntad para gastar entre 40 y 100 millones de dólares en un pozo exploratorio offshore con 10 y 40 por ciento de probabilidad de éxito.
Agregó que aun con un descubrimiento, pueden pasar de 4 a 8 años antes de la etapa de producción. Ya produciendo pagarán entre 60 y 90 por ciento de sus utilidades en impuestos. El analista de la firma consultora, Pablo Medina, afirmó que la exploración es un negocio complejo. Las petroleras tienen oportunidades de inversión alrededor del mundo.
“El que hayan arriesgado su capital explorando en México este año nos indica el nivel del potencial existente”, subrayó.
Recordó que desde 2018 no ha habido licitaciones, y el “inventario” de oportunidades es limitado. Muchos equipos de nuevas oportunidades, antes enfocados en México, ahora bien pueden estar poniendo atención en Guyana, Sudáfrica o Brasil. “La competencia por capital es feroz y constante”.
Cabe señalar que la exploración petrolera es una actividad de alto riesgo: menos de 25 por ciento de los pozos son exitosos. En México, donde gran parte de la nueva producción petrolera vendrá de zonas “frontera”, como aguas profundas o recursos no convencionales, superar el reto requiere de grandes inversiones iniciales, que generen un efecto “bola de nieve”.
Por otro lado, la Amexhi informó que al cierre de octubre de 2020, la inversión aprobada en planes exploración y extracción asciende a 40 mil 954 millones de dólares, de los cuales se han ejecutado 15 mil 570 millones, para una producción por parte de 22 empresas de 55 mil 100 barriles diarios.
