Segovia. La nicaragüense Gioconda Belli recibió ayer el 30 Premio de Poesía Jaime Gil de Biedma que convoca la Diputación Provincial de Segovia, presidida por Miguel Ángel de Vicente, por su obra El pez rojo que nada en el pecho.
La entrega se realizó en una ceremonia celebrada en el teatro Juan Bravo, en la que fue representada por su sobrina, la también escritora Laura Martínez Belli, ya que la nicaragüense intervino en el acto de manera remota.
Comenzando por un malestar de clase y por las frustraciones, las transgresiones sexuales y sensuales, hasta llegar al amor por la poesía de TS Eliot, Gioconda Belli hizo un repaso por el odio “al cronómetro”, a envejecer, y por la vocación por escribir desde la experiencia.
“Me ha sido muy difícil escribir a través de otra manera que no sea mi piel, y eso no me complica; confío más en los sentidos que en la abstracción de la poesía celestial”, manifestó la escritora, quien además añadió que “no hay palabra sin boca, sin lengua, sin ojos, sin los días ni las noches y los amigos y los bares y, en fin, esas cosas cotidianas que pueden ser nimiedades, pero que son los filtros sin los cuales ninguna poesía existiría”.
Esa cotidianidad se deja apreciar en los poemas de la obra premiada –editada por Visor– que leyó la escritora en el acto.
Reconocimientos
De Vicente procedió también, con la presencia del vicepresidente de la Diputación y diputado de Cultura, José María Bravo, y el coordinador del premio, Gonzalo Santonja, a entregar accésits a David Refoyo y Jesús Aguilar Marina.
Ambos escritores también leyeron algunos de los versos de El fondo del cubo (Refoyo) y Versos perdidos en el desván (Aguilar Marina), libros por los que han recibido el reconocimiento del jurado, para recordar a quienes han sido inspiración a la hora de escribir los poemas y a quienes deberán tomar su testigo en el futuro.
Así, mientras Refoyo mencionó a su padre, a su hija y a todas las noches en las que ésta no lo dejó dormir, pero sí le permitió escribir, Jesús Aguilar Marina transmitió su confianza en que “las generaciones posteriores sepan defender esa dignidad que nuestros ancestros alcanzaron y continúen emocionándose al contemplar el cielo. El momento en el que el ser humano se emocionó al ver el atardecer, nació la poesía”, ha afirmado el poeta.
Hoy, la poesía ha unido sobre el escenario del Juan Bravo a todos ellos con el público de todo el mundo, a través de Internet, demostrando que, como ha señalado Santonja, “el Premio Jaime Gil de Biedma es el galardón más importante de la literatura española, no de España”, y que la variedad de estéticas que reconoce le convierten, también, “desde la excelencia, en la casa de toda la poesía española”.