Atlixco, Puebla., “Producir nochebuenas es un arte”. Para que las brácteas u hojas modificadas pigmenten se las tiene que someter a “noches largas”. Mientras mayor tiempo estén en oscuridad, más intenso es el tono rojo, pero eso no es todo, hay que trasplantarlas tres veces, mantenerlas en túneles bajos para que conserven el calor, “brisarlas” cada cierto tiempo y fertilizarlas.
Todo el cuidadoso proceso dura unos nueve meses. Desde que se corta el esqueje –rama o retoño-, que luego se enraiza, hasta que está a la venta, comentaron quienes siembran la planta de ornato típica de la época navideña y que es originaria de México.
En un recorrido por viveros de Atlixco –una de las principales zonas productoras de nochebuena–, organizado por las secretarías de Desarrollo Rural de Puebla y la de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Carlos Camacho Osuna, administrador general de Viveros Hermanos León, expuso que, en este año atípico por la pandemia, la expectativa es que la venta no caiga demasiado, porque pese a que subieron los insumos, se está manteniendo el precio del año pasado.
“Cultivamos planta de ornato, de maceta. Los compañeros de corte tuvieron problemas con el cempasúchil; 99 por ciento de nuestra planta va al interior de los hogares. La pandemia nos impactó en la parte del costo porque los insumos se elevaron como 40 por ciento (retenedores, aceleradores, fertilizantes y fungicidas). Sin embargo, el grupo de viveristas hicimos el acuerdo de no aumentar precios. Hay nochebuenas desde 15 pesos hasta 900.”
Óscar Hernández Fernández, subsecretario de Desarrollo Rural de la Secretaría de Desarrollo Ru-ral del estado de Puebla, señaló que “el poder adquisitivo de la población disminuyó. Muchos se quedaron sin empleo por el Covid-19 y eso implica dejar de consumir productos que no son básicos”.
Por ello “se mantienen los precios de las flores; es parte de la estrategia de comercialización del productor, una forma de solidarizarse con el consumidor y poder mantenerse en el mercado”.
Por el coronavirus, en Puebla se hicieron “ajustes, hubo una disminución de entre 20 y 30 por ciento” en el cultivo.
Francisco León Santiago, dueño del vivero Hermanos León, comentó que alrededor de 85 por ciento de la producción de nochebuenas es de tonalidad roja, porque es “la más vendible”, el resto es rosa, blanca, amarilla y jaspeada. Existen cerca de 20 colores de nochebuena”, muchas de esas variedades han sido mejoradas en Estados Unidos, Alemania y Holanda.
Sobre este tema, el doctor Jaime Canul Ku, investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), dijo que el instituto inició el mejoramiento genético de nochebuenas en 2010, y a la fecha ha generado ocho nuevas variedades, de las cuales cuatro ya cuentan con el título de obtentor que otorga el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas. Se trata de Alondra, Rubí, Leticia y Juanita.
Las otras cuatro, Beatriz, Vicky, Ximena y Alelí, ya tienen la carta de presentación; es decir, están en el paso previo a que se emita el título de obtentor.
Generar cada nueva variedad demandó una inversión de “dos millones de pesos” y la expectativa es que puedan ser utilizadas por agricultores del sistema producto ornato. Las cualidades de estas nuevas nochebuenas son “el color de la bráctea, la forma y su arquitectura” y su durabilidad.
Víctor Villalobos Arámbula, titular de la Sader, hizo un reconocimiento a los floricultores, quienes, pese a las restricciones a causa de la emergencia sanitaria, acatan-do las medidas de distanciamiento y de seguridad, no han dejado de producir, y llamó a la población a comprar nochebuenas y otras plantas.
León Santiago consideró que cada vez más son aceptadas las variedades que no son rojas. “Los que hacen diseños se llevan de colores, hacen remolinos multitono; a la gente le gusta mezclar. Saqué una nochebuena tricolor. Puse tres esquejes de diferente pigmentación en la maceta y salió combinada; al mercado le gustó”.
Hernández Fernández destacó que Puebla es el cuarto productor de nochebuena en el país, con poco más de 2.6 millones de plantas al año y “Atlixco genera 70 por ciento de la planta que se produce en el estado”.