Con juego prudente pero con precisión en el ataque, León consiguió su octavo título al superar 2-0 (global 3-1) a un Pumas desconcertado ante la desventaja. Así, Ignacio Ambriz logró celebrar su primer campeonato de liga como técnico, mientras el zaguero Ignacio González se despidió como futbolista entre la gloria, al levantar su tercer cetro.
Las lágrimas dominaron a éste cuando abrazaba a sus compañeros, luego de concretar el triunfo. Ambriz seguía incrédulo por la victoria; el anhelado título estaba en sus manos y lo saboreaba en casa, en el estadio Nou Camp.
Jesús Martínez Murguía, presidente del club, bajó a la cancha para felicitar a sus jugadores. Festejaba con el estratega la temporada perfecta al terminar como líder con 40 puntos y ahora coronarse, después de seis años, ante Pumas, el segundo de la tabla.
La táctica de León fue simple pero letal: apenas dieron un zarpazo con el gol de Emmanuel Gigliotti al minuto 12 y cambiaron a un estilo más frío. Jugaron con el nerviosismo de Pumas para soltar otro golpe en el tramo final, con un tanto de Yairo Moreno (83’) y sellar la anhelada victoria.
El duelo aún no comenzaba, pero la afición de León ya vivía una fiesta en las inmediaciones del estadio, donde recibieron al equipo con banderas y hasta bengalas esmeralda, sin importar las recomendaciones de sana distancia.
En la estrategia, Andrés Lillini, timonel de Pumas, apostó por un hombre de experiencia en el arco, al darle la titularidad al recién recuperado Alfredo Talavera. Los esmeraldas tuvieron a Ignacio González como capitán por el suspendido Jaine Barreiro.
León inició acelerado, presionando en la meta de los auriazules, y rápido consiguió el gol. Fernando Navarro mandó un pase filtrado por el costado izquierdo a Emmanuel Gigliotti, quien superó a la zaga universitaria para mandar un potente disparo cruzado que se le fue a Alfredo Talavera al intentar detener lo con una mano.
Con la ventaja, Ángel Mena salió por una molestia y en su lugar ingresó Joel Campbell. Poco después Gigliotti lanzó un riflazo que fue detenido por Talavera.
La jugada sólo fue un chispazo, ya que León se echó para atrás. Prefirió defender el marcador que mostrarse más arriesgado. Los Pumas tuvieron la responsabilidad de proponer juego, pero sus ataques eran detenidos por la defensa rival.
Sólo Carlos Gutiérrez logró enviar un tiro que pegó en el pecho de Juan Ignacio Dinenno, pero fue atajado por Rodolfo Cota.
En el banquillo, Lillini, tenso, daba más órdenes de lo normal; sabía que a su equipo le faltaba esa garra que lo llevó a la final. En contraste, Ambriz era más mesurado.
Luis Chapo Montes cerró la primera parte con un disparo desde el costado derecho que rebotó con dirección de gol, pero Alfredo Talavera lo detuvo. El complemento comenzó con un episodio de riesgo, luego de un aparatoso choque de cabezas entre Johan Vázquez y Andrés Mosquera. El defensa de Pumas salió e ingresó Favio Álvarez.
La polémica llegó cuando Mosquera cometió un planchazo sobre Alejandro Mayorga, por lo que el silbante Jorge Pérez Durán recurrió al VAR y ratificó una tarjeta amarilla.
León se mantuvo a la defensiva pero en el tramo final despertaron con el tanto definitivo. Luis Montes filtró un pase a Yairo Moreno, quien, sin problemas, hizo una finta ante Andrés Iniestra para rematar con potencia pegado al poste derecho. La locura se desató en el León: sabían que tenían el triunfo.
En tanto, Ignacio González, expresó: “Los últimos tres años fueron muy complicadas, incluso estuve apunto de tirar la toalla. Hoy valió la pena”.
Un emocionado Ignacio Ambriz dijo: “Les debía un título, estamos a mano. Me gradúo como campeón”.