A diferencia de otros años, en los que millones de personas acudían a la Basílica para visitar a la Virgen de Guadalupe en su día, este 12 de diciembre los alrededores del templo lucieron vacíos y sólo 127 fieles intentaron llegar al recinto durante la noche del viernes, reportaron las autoridades capitalinas.
El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y la jefa de Gobierno se congratularon, con la difusión de fotografías aéreas del lugar, de la responsabilidad del pueblo mexicano ante la pandemia del Covid-19, cuyo nivel de contagios mantiene a la Ciudad México en alerta y emergencia.
“No hay mejor muestra de la responsabilidad del pueblo de México ante la pandemia que esta imagen de la Basílica en el día dedicado a la Virgen de Guadalupe. Entre todos los símbolos, los mexicanos sitúan en primer lugar la veneración a la Virgen y, en segundo, el respeto a Juárez”, manifestó el Presidente.
Las calles, que antes parecían ríos humanos en estas fechas, ayer se veían tranquilas y silenciosas. En las vías cercanas al inmueble podían verse algunos pequeños grupos de personas cargando retratos de la Virgen para llegar lo más cerca posible de la Basílica, la gran mayoría de ellos sólo permaneció unos instantes, oró en silencio y se retiró. Sólo un conjunto de seis mujeres permaneció de hinojos durante varios minutos, absortas en sus rezos y desoyendo las recomendacio-nes de retirarse.
Una de las personas que decidió acudir por lo menos rápido a las cercanías del templo guadalupano fue César Vieira, quien se dedica a la reparación de computadoras y a la música tropical, quien le pidió a la Virgen por la salud de su familia, especialmente de su padre, quien está enfermo de cáncer.
Doña Prisca Nava Rodríguez se quejaba con lágrimas en los ojos de no haber podido celebrar este día como normalmente lo hace. “Solamente a la gente que tenía dinero la dejaron estar allá adentro y pudieron cantarle Las Mañanitas”.
Durante la homilía de la llamada Bendición de las Rosas, el nuncio apostólico en México, Franco Coppola, destacó que el flagelo del Covid-19 no distingue condición social, y que este año se ha sumado a la violencia y la desigualdad.