Integrantes de diversas iglesias, entre ellas la anglicana y bautista, se pronunciaron por el respeto a la diversidad sexual y a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, entre ellos a la interrupción legal del embarazo.

En el conversatorio digital Aportes de las religiones y diversidad cultural en los derechos humanos, organizado por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), Arturo Carrasco, sacerdote de la Iglesia anglicana, consideró que el aborto tendría que ser atendido como un reto de salud pública, “no como un problema penal. Mucho tiene de desafiante para la mujer enfrentar esta decisión, como para además darle un cargo penal”.

Sobre la diversidad sexual, señaló que “son legítimas las expresiones independientemente de las comprensiones religiosas que pudiéramos tener”. Añadió que el hecho de que se legalicen las uniones entre personas del mismo sexo “no significa que alguien en su comprensión religiosa tenga que cambiar; es un derecho ciudadano”.

Rebeca Montemayor, pastora de la Iglesia bautista Shalam, expuso que el momento que se vive es “inédito” y las iglesias tienen que estar donde lo tengan que hacer, “no es cuestión de si estoy de acuerdo o no”.

Julián Cruzalta, fundador de Católicas por el Derecho a Decidir, destacó que “son graves” las violaciones a los derechos humanos al interior de la Iglesia católica, pero es importante señalar “que se ha comprometido en muchos sectores con la defensa de sus garantías”.