La pandemia de Covid-19 no sólo pone en riesgo la salud de niños y adolescentes, también tiene efectos en su nutrición, pues la población con un salario inferior al costo de la canasta básica pasó de 37.3 a 45.8 por ciento del primer al segundo semestre de 2020, alertó Miriam Esther Veras Godoy, directora general del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (Censia).
Agregó que en ese mismo lapso, las consultas médicas para niños menores de cinco años cayeron 64 por ciento, mientras en los de cinco a nueve años se redujeron 78 por ciento, lo que tamabién generó un impacto en los diagnósticos de malnutrición, control nutricional y orientación alimentaria, así como en ministración de micronutrientes y evaluación del desarrollo infantil.
En el seminario virtual Impacto del Covid-19 en la nutrición materno-infantil en los primeros 1000 días, convocado por el Consejo Asesor de Alimentación y Hábitos Saludables de la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud) y el Consejo Latinoamericano de Información en Alimentación y Salud (Clias), destacó que desde el pasado 23 de marzo, cuando se suspendieron las clases presenciales, se dejaron de brindar raciones alimentarias en 80 mil 746 escuelas de prescolar, primaria y secundaria, mientras 13 mil planteles de tiempo completo suspendieron el servicio de alimentos.
En cuanto al impacto que generó la pandemia en la cobertura de vacunación en la población infantil, destacó que “ha habido un descenso importante en todos los biológicos, a pesar de que hay abasto, a excepción del de la tuberculosis (BCG), que tiene que ver más (su baja cobertura) con falta de proveedor para México”.
Explicó que aunque las acciones de salud infantil y de vacunación se manejaron como actividades esenciales que no se detuvieron, hubo disminución de la oferta de servicios, tanto porque los trabajadores del sector enfermaron como por el temor que generó en la población el riesgo de contacto.
Informó que como parte de las estrategias para enfrentar la crisis del Covid, el Censia fortalecerá los servicios de salud materno-infantil y de vacunación en la nueva normalidad, e intensificará la capacitación e información a mujeres embarazadas y responsables de menores de 3 años de edad, entre otras medidas.