La Paz., La izquierda gobernante en Bolivia dio ayer los primeros pasos para aprobar una ley que fija un impuesto a las grandes fortunas, pero la oposición advirtió que eso va a desincentivar las inversiones necesarias para reactivar la economía.
La Cámara de Diputados, controlada por el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), aprobó la iniciativa y la envió al Senado para su ratificación. Como el gobierno izquierdista de Luis Arce es su promotor, es un hecho que tendrá luz verde y será ley.
“Son pasivos de este impuesto las personas naturales residentes en el Estado Plurinacional de Bolivia, con fortuna situada en el territorio nacional y/o en el exterior”, dice la norma aprobada por los diputados.
Las personas residentes en Bolivia deberán hacer una declaración de sus bienes, depósitos y valores que tengan en el extranjero, bajo pena de sanción económica.
El diputado Omar Yujira, del MAS, que controla ambas cámaras del Congreso, explicó que el nuevo tributo alcanzará a 150 ciudadanos bolivianos que cuentan con fortunas por encima de los 4.3 millones de dólares.
La ley establece porcentajes graduales para el pago: 1.4 por ciento para personas con riquezas de 4.3 a 5.7 millones de dólares; 1.9 por ciento para las que poseen de 5.7 millones a 7.2 millones de dólares, y 2.4 por ciento para fortunas mayores.
La cámara baja también aprobó una ley para la devolución de 5 por ciento de todas las compras facturadas a personas con ingresos menores a unos mil 293 dólares mensuales.
Arce, quien asumió la presidencia hace un mes, destacó en Twitter las dos iniciativas.
El gobierno estima que con el nuevo impuesto va a recaudar unos 15 millones de dólares anuales.
La senadora opositora Centra Rek, del partido de ultraderecha Creemos, cuestionó la nueva norma al asegurar que
“Es evidente que la creación de este impuesto implica un posicionamiento de carácter ideológico-político, más que de captación de recursos”, sostuvo la legisladora, del partido del ex candidato presidencial Luis Fernando Camacho.