La reforma a la Ley del Banco de México aprobada por el Senado, que obliga al banco central a comprar los dólares que circulan en el país en efectivo, pone en riesgo su autonomía de operación, aseguró Alejandro Díaz de León.
El banco central podría convertirse en “lavandería” de dinero sucio, expresó el gobernador del BdeM en declaraciones a la radio citadas por Reuters.
La institución rechazó las modificaciones a su ley, al advertir que ocasionarán afectaciones y riesgos sustanciales. Así lo expuso en un comunicado emitido el miércoles por la noche, tras la aprobación en el Senado.
En esencia, el proyecto busca que el banco central adquiera de los bancos los dólares en efectivo que no se repatrian y permanecen bajo resguardo indefinidamente.
Actualmente los bancos que operan en México tienen restricciones respecto a la compra y venta de dólares de personas y empresas. Las instituciones financieras los envían a Estados Unidos a través de bancos con los que tienen convenios regidos por normas contra el lavado de dinero.
Los senadores argumentaron que con la reforma se busca beneficiar a la población migrante y a la actividad turística, que son las dos principales fuentes de divisas en efectivo, pues en ocasiones enfrentan comisiones elevadas o escasez de oferta de dólares de las empresas que ofrecen los servicios de cambio. Según datos oficiales, 98 por ciento de las remesas llega vía transferencia electrónica, no en efectivo.
Sin embargo, el riesgo surge porque la iniciativa –que aún requiere la ratificación en la Cámara de Diputados– propone que el BdeM reciba dólares en efectivo, que en caso de tener un posible origen ilícito pondría al banco central en riesgo de ser sancionado internacionalmente.
Díaz de León lo planteó así: “el banco central tendría que comprar los dólares en efectivo y, al comprarlos, también comprará su historia”, para describir la posibilidad de ingresar a la reserva divisas de origen dudoso.
Por la mañana, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que la reforma tendría que ser acatada tras su eventual aprobación final, a pesar del nerviosismo que ha causado en el mercado de cambios local.
Díaz de León llamó a iniciar un diálogo con los diputados sobre el proyecto. “Es una alternativa muy poco atinada que pone en riesgo al banco central, y el cumplimiento de nuestras funciones, además que atenta contra la autonomía del banco”, afirmó.
“La operación del banco se podría ver afectada de una manera muy significativa por este riesgo que se le está transfiriendo”, advirtió en la entrevista radiofónica.
Banqueros y representantes del sector privado subrayaron que es indispensable mantener el respeto y la autonomía del BdeM.
En videoconferencia, Luis Niño de Rivera, presidente de la Asociación de Bancos de México, expresó que el gremio espera que en la Cámara de Diputados haya una mayor apertura al diálogo y se respete la autonomía del banco central.
La Confederación Patronal de la República Mexicana consideró que las modificaciones pueden causar “daños irreparables” a la estabilidad macroeconómica del país y ponen en juego la reputación del banco central, su operación y autonomía.
La dirigencia nacional del PAN se manifestó ayer en contra de la reforma, al considerar que incluye elementos que violan la autonomía del organismo, como el hecho de que se le obliga a adquirir el efectivo en moneda extranjera y se anula su intervención en el manejo de las reservas internacionales.