Sus Majestades, estimados laureados del Nobel, señoras y señores:
Todo encuentra un nuevo significado en retrospectiva. En la obra Faithful and Virtuous Night: (Noche devota y virtuosa) de 2014, de la poeta estadunidense Louise Glück, hay un poema titulado “Afterword”, no al final del libro, sino en medio. El poema es un intermedio, donde la persona que habla se toma una pausa para releer lo que ha escrito. El orador es un anciano pintor que ha llegado al punto crítico en el que su pincel se congela ante la vista del caos y en el que tiene que enfrentarse a la creencia en el destino individual. Habla de la “soledad exaltada” del filósofo Immanuel Kant en sus paseos por los puentes de Königsberg. Paternalmente, añade el pintor: “(Compartimos un cumpleaños.)” Comprobando, se encuentra que Louise Glück nació el mismo día que Kant, el 22 de abril, y los temas de Kant son también suyos: incluyen lo sublime, pero también nuestro encierro en las percepciones y las dificultades para captar la realidad. El pintor escritor es una fina máscara para que el poeta la enuncie.
Los poemas de Louise Glück están escritos en retrospectiva. La infancia y las relaciones tensas con los padres y los hermanos son motivos que nunca han perdido el control. Glück ha producido 12 colecciones de poesía y un par de volúmenes de ensayos sobre poesía, todos marcados por un afán de claridad. Nadie es más firme que ella en contra de las autoilusiones. El material autobiográfico es crucial, pero Glück es apenas una poeta confesional. La “verdad” que debe ser revelada se desvía a través de la imaginación y las voces vicarias, como la del pintor. En varios de sus libros, Glück habla a través de figuras míticas como Dido, Perséfone o Eurídice. Son máscaras que transcriben intimidades privadas en algo tan universal como ambiguo. El discurso lírico de Glück tiene una de sus premisas en el yo dividido, como atestigua la amapola roja de la colección El iris salvaje, de 1992: “En verdad / estoy hablando ahora / como tú. Hablo / porque estoy destrozado”. En sus escritos, dos verdades polémicas pueden compartir la última palabra. Y esto es lo que sucede en su poema “Afterword”:
“¿Seré levantado de la muerte?”, pregunta el espíritu.
Y el sol dice que sí.
Y el desierto responde
tu voz es arena esparcida en el viento.
Aparte del mundo del mito clásico, la principal reserva literaria de Glück es la rica herencia de la poesía en inglés. Puede ser lo que ella ha llamado la “escucha interior” en John Keats, la voz solitaria y exigente de Emily Dickinson, o el tono de urgencia en TS Eliot. Se siente atraída por la voz íntima que invita a la participación. Es significativo el descubrimiento de Glück de cómo hacer poesía de su lenguaje hablado en la colección Ararat de 1990. Nos da imágenes casi brutales de la vida familiar, liberada de todo edificio poético, pero también un sentido magistral de la forma lírica y la arquitectura.
Louise Glück es una escritora no sólo de contradicciones y de reflexión austera. Es también una poeta de renovación, con pocos coeficientes. Aunque su poesía se escribe en retrospectiva, y parece ligada al manzano como se vio una vez en la infancia, una de sus palabras clave es el cambio. Nos enseña que el momento de la renovación es también la llegada de las palabras. Su fuerza motriz interior es un hambre espiritual y una reverencia excepcional por las posibilidades de la poesía. El salto de renovación puede emplear la aparentemente sencilla dicción de parábolas reflexivas, pero también la comedia y el ingenio mordaz. Y cuando Louise Glück en su obra posterior se enfrenta al inevitable final, hay una notable gracia y ligereza en su toque. Es una nota que perdura y puede llevarnos a los lectores también.
Querida Louise Glück, en nombre de la Academia Sueca, tengo el privilegio de transmitirle nuestra más cálida felicitación al Premio Nobel de Literatura 2020.
Discurso de presentación de la ganadora del Premio Nobel de Literatura 2020 Louise Glück, a cargo del Anders Olsson, integrante de la Academia Sueca y secretario del Comité Nobel para Literatura. El texto fue dictado en la ceremonia virtual de premiación este jueves en Estocolmo. Difundido por la Fundación Nobel. Copyright © The Nobel Foundation 2020.