Originario de San Luis Potosí, Francisco Aranda comenzó a tocar batería a los 14 años. A los 16 inició su carrera musical presentándose en giras con artistas y bandas en distintos recintos y festivales y en producciones a lo largo de México, Europa y Estados Unidos.
Además de cursar sus estudios de música en el Centro de las Artes de San Luis Potosí y de contar con la guía de mentores como Antonio Sánchez y Adrián Cota, destacados músicos mexicanos reconocidos internacionalmente, Francisco se mudó a la ciudad de Los Ángeles en 2018 para estudiar en el California College of Music, gracias a una beca que le fue otorgada.
En 2019 se involucra en la escena musical angelina y su carrera empezó a cobrar notoriedad, “empecé a involucrarme en la escena por medio de conciertos. En la escuela había una gran cantidad de proyectos independientes formados por ex alumnos que necesitaban bateristas en el área de Los Ángeles y San Francisco y ahí me empezaron a escuchar. Afortunadamente empecé a tocar cada fin de semana y antes de dos meses tuve mi primer concierto con Sign of the Crow”, comenta Aranda en entrevista telefónica.
Colabora con The Citie
El mismo año, comienza a colaborar con The Citie, banda de pop-rock formada por los hermanos Jonathan, Adrián y Daniel Cohen en el bajo. En enero de 2020, The Citie entró al estudio para realizar la grabación de su disco 1:23, en el que Aranda, además de tocar la batería y las percusiones, fungió como coproductor; el disco fue lanzado el 16 de octubre. “Conocí a los Cohen por medio de mi amigo Adrán Cota una noche en un concierto privado que tuvo la banda. Tras la promoción del álbum, ahora estamos en medio del proceso de composición de lo nuevo de The Citie, que vendrá los primeros meses del año entrante”.
A inicios del presente año, Francisco fue baterista para Found: A New Musical, dirigido por Moritz Von Stuelpnagel, nominado al Tony, en el Los Angeles Theatre Center, lo que fue de gran importancia para el baterista; “trabajar para Found ha sido una de las experiencias más exigentes y placenteras en mi vida. Me llamaron en una situación de apuros. El baterista que estaba a cargo no pudo con el paquete y llegué a mi primer ensayo al teatro, eran 30 temas, todos con partitura y había que leer a primera vista. Entonces me encargué de corregir y darle vida a los arreglos de percusión para que toda la producción se sintiera a gusto. Fue una experiencia muy satisfactoria ya que pude aplicar todos mis conocimientos para resolver y conservar el trabajo. Tocábamos a diario con el teatro lleno, la música era muy versátil, mucho pop/rock, pero también había muchas secciones de latin, swing y música cinemática. En el momento, por la adrenalina, no me percaté del nivel, pero estaba trabajando junto a profesionales de talla mundial de Broadway, que venían de Nueva York a hacer este musical en Los Ángeles”.
Además de estar trabajando en el nuevo material de The Citie, Francisco ha estado colaborando con el grupo de jazz latino Bara Group, en el que participa como arreglista y baterista y realizando producciones y arreglos para varios artistas.