La Secretaría de Seguridad Ciudadana local inició la entrega de chalecos con nombre y número de identficación a los elementos policiacos, quienes tendrán la obligación de vestirlo durante las movilizaciones, particularmete las que realizan las mujeres de distintos colectivos feministas, lo cual forma parte del protocolo que busca evitar el abuso de la fuerza, señaló la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Nashieli Ramírez.
“Esto es importante porque, ante cualquier tipo de posible agresión, abuso de poder o cualquier cosa, tienes identificado quién es (el elemento policiaco), porque si llegas y le pides su nombre, pues te puede decir Juanito Pérez, pero era Chucho López”, señaló.
Al presentar el balance de actividades de la CDH 2020, indicó que antes los uniformados se rotaban los chalecos o tenían que adquirirlo en el mercado con recursos propios, por lo que comentó que el próximo año la SSC concluirá con la entrega del vestuario.
Expuso que la CDH continuará con la capacitación a los uniformados para la aplicación del protocolo, al referir que no todos los policías saben reaccionar ante las movilizaciones conocidas de “acción directa” que realizan los colectivos de mujeres, las cuales “llegaron para quedarse”.
Recordó que hace unos días, en una movilización que realizaron estudiantes del Instituto Politécnico Nacional, participaron mujeres de la Policía de Sector y no de la Policía Metropolitana, del Agrupamiento Femenil Atenea, “las tradicionales que van (a las movilizaciones de colectivos feministas), y eso se ve; entonces, cuando aplican el protocolo, pues tienen fallas”.
Señaló que los elementos policiacos “tienen que ir desarrollando habilidades” en la actuación de las marchas , tras referir que no sólo la capital y el país, sino a nivel global, se enfrenta una situación compleja ante las protestas de acción directa.
“Ante este tipo de mecánicas de protesta, que van a seguir, cómo manejamos una respuesta que sea respetuosa de la portes social”, expuso al plantear que desde su punto de vista se trata de “cómo hacemos para que además sean voces que abonen a la gobernabilidad y no más bien sean entendidas como desestabilizadoras”.